Este verano Adrian se ha lanzado a nadar solo en la piscina.
Los primeros dias no se soltaba de la escalera de bajada a la parte menos profunda, pero poco a poco ha ido probando un pelín más lejos, buceando e impulsandose con las pies en el suelo para salir a respirar. Ya hace un par de semanas que sabe nadar con la cabeza fuera del agua y se atreve a hacerlo incluso en la parte más profunda, siempre bajo mi "disimulada " supervisión.
Reconozco que me ha costado horrores no estar detrás de él diciéndole que se ponga los manguitos, que no se tire de aquí o allá, o que tenga cuidado que se puede hundir. He procurado mantenerme en un discreto segundo plano admirando sus "proezas" y dejandole solo cuando él así me lo ha pedido y, una vez más, me he dado cuenta de que puedo y debo confiar en mi hijo. Él sabe hasta donde puede llegar y , por supuesto, no quiere hacerse daño, por lo tanto intenta tener cuidado y pedir ayuda cuando la necesita.
Evidentemente puede equivocarse, puede no darse cuenta del peligro pero para eso estamos su papi y yo, mirando con disimulo o jugando con él si nos reclama que, en el caso de papá, suele ser lo habitual.
¡ Qué bonito es verlos crecer y avanzar en libertad ! Descubriendo el mundo por ellos mismos con la confianza de que pueden hacerlo.
ue bien que ya sabe nadar!!! Este Adrián está hecho un hombrecito...
ResponderEliminarSi, es precioso verlos descubrir el mundo...aunque a mi a veces me cuesta mucho dejarle toda la libertad que me gustaría, soy muy asustadiza...
Pero bueno, me esfuerzo un poquito cada día para dejar de serlo!!
Un abrazo grande para ti y otro para el pescadito!!
Eres toda una mamá gata, creo que sabes por donde voy. Me encanta tu visión del mundo. Por lo general, los adultos somos muy intervencionistas, en esencia es la educación que hemos recibido de nuestros padres, de la culpabilidad de si pasa algo, del control ejercido hasta lo indecible y por otro lado nuestro instinto de protección hacia nuestra cría... Pero también el control responsable se puede ejercer de forma directa o indirecta, como tu bien has hecho mientras Adrián aprendia y descubría que era un pez. Besos
ResponderEliminarGracias por vuestros comentarios guapas. Uf, no os creais, que a mi, a veces, me cuesta mucho no ser una pesada con mi hijo, además soy miedosa con algunos temas, el de la piscina precisamente no es de los que me asustan porque yo me he criado en plan pescado tambien, pero sin embargo hay otras cosas que si que me dan más miedo, lo que pasa es que intento disimular para no transmitirlselo a Adrian. Lo que me ha ayudado bastante es no prohibirle esas cosas o situaciones , sino explicarle como manejarlas y porqué pueden ser peligrosas
ResponderEliminarBesitos
Veo que tienes blog nuevo, no?? de la mano de tu doula.
ResponderEliminarEstoy en ello, pero aun lo tengo vacio. De hecho pensaba que lo tenia oculto, jejeje
ResponderEliminarJe je, Yasmin, me encanta lo del discreto segundo plano y me suena...sí, hay veces que yo también me tengo que cortar e intentar trasmitirle confianza...
ResponderEliminarAy patricia, y que trabajito cuesta a veces no andar todo el dia detrás con el " cuidado que te caes, cuidado que te pinchas, cuidado..... ". Pero cuando pienso en lo pesado que debe de ser que estén todo el dia diciendote como actuar me intento controlar. Además, hay cosas que creo que deben descubrir por ellos mismos, claro que no voy a dejar que se tire a la carretera cuando viene un coche, pero prefiero que se dé un cosqui de vez en cuando a amargarle la vida con mis miedos
ResponderEliminarUn beso