Cuando me quedé embarazada de mi primer hijo, todo el mundo me decia lo sacrificado que es ser madre, que cuando naciera el niño dejaría de tener vida social, se acabarían las salidas, el dormir, el estar tranquila.., en definitiva ¡ Se acabaría mi mundo !.
Lástima que sea esta la visión general sobre la maternidad en nuestra sociedad, qué poco disfrutamos de este hermoso regalo que nos hace la vida.
Nos centramos en ocultar nuestros instintos, en que el parto sea rápido y, a ser posible sin que nos demos cuenta. No queremos perder en ningún momento el control sobre nuestros actos ¡ Ni siquiera en un momento tan trascendental como es el parir a un hijo ! . Nos agobiamos porque nuestro hijo pide mucha o poca teta, porque no duerme cuando nosotros consideramos que debe hacerlo o porque quiere estar siempre en nuestros brazos..... .
Afortunadamente yo, como cada vez más madres , conseguí liberarme de esa presión y decidí vivir mi maternidad de un modo "irracional", siguiendo mis instintos y dejandome guiar en cada momento por mis hijos. Los niños sí vienen con manual de instrucciones, solo hay que saber leer en ellos, aunque eso suponga romper con lo establecido en este mundo antinatural, en el que parece estar prohibido actuar como los mamíferos que somos.
Mi vida no se acabó cuando nació mi primer hijo. Todo lo contrario, junto a ese pequeño ser comenzó un nuevo mundo lleno de bellas experiencias. ¿ Acaso hay algo más maravilloso que estar con un hijo ? . Parirlo, amamantarlo, dormir abrazados, ver su sonrisa, amarle y sentirme amada por él.... ¿ Puede eso llamarse sacrificio ?
Claro que mi vida ha cambiado, ya no hago muchas de las cosas que hacia antes, pero tampoco me apetece hacerlas. Prefiero ser madre y llevar a cabo la más importante de las labores, criar a mis hijos de la mejor manera que sé
A cambio , ante mi , se han abierto multiples oportunidades de crecer como madre, como pareja y como mujer. Mi maternidad me ha regalado el descubrir facetas de mi misma que desconocia, el amar aun más a mi marido y descubrir en él a un hombre capaz de entenderme y de cuidarme con ternura. Mi relación de pareja es mucho más bonita, ahora compartimos un lazo que sabemos nos va a unir de por vida y nos sentimos conectados en cuerpo y alma . Nuestra sexualidad también ha cambiado, pero a mejor. Quizás haya menos ocasiones, aunque quien quiere las busca, pero son mucho más intensas y especiales . Ahora me siento conectada con mi cuerpo, lo conozco mejor y sé que es poderoso, capaz de dar vida, de nutrir, de cobijar, de amar sin medida, de disfrutar sin límites y sin tabúes..... .
La maternidad tambien me ha regalado el conocer a otras madres y padres que me acompañan en esta "locura" de querer cambiar el mundo en que vivimos y convertirlo en el mejor de los hogares para nuestros hijos. Me siento arropada por ellos y sé que no estoy sola en la crianza de mi hijo. He encontrado a mi tribu y me siento orgullosa de pertenecer a ella.
He descubierto otras formas de disfrutar, con mi familia y amigos. Aprecio más las pequeñas cosas, un beso, el canto de un pájaro, el aroma marino, el sonido de la lluvia o una taza de té mientras leo un buen libro. Ya no me hace falta ir a la última moda o tener un buen coche. He aprendido a ser feliz y a valorar lo que la vida me ofrece en cada momento. Ahora sé que todo lo que ocurre tiene una razón y procuro aprender de ello.
Y todo esto, se lo debo a mi maternidad, a mis hijo, que son el mejor regalo que la vida podia hacerme y a mi marido que con su amor y su dulzura hizo aflorar en mi el deseo de ser madre
Gracias mis amores, por haberme elegido como madre y esposa
Os quiero