miércoles, 29 de abril de 2009

Lo que el Doctor Estivill deberia explicar si fuera sincero



Por Armandilio, fuente:
http://www.bebesymas.com/desarrollo/lo-que-el-dr-estivill-deberia-explicar-si-fuera-sincero

Hace unos días explicamos cómo es el sueño de los niños y cuándo, más o menos, empiezan a dormir de noche. La información que pudisteis leer choca casi frontalmente con las teorías del Dr. Estivill, así que he querido emular un escrito que pienso que el Dr. Estivill debería hacer, para decir la verdad a todas las madres y padres:
Mi libro, “Duérmete niño“, ha sido traducido a varios idiomas y se han vendido en todo el mundo más de 20 millones de copias.
El libro va dirigido a los niños con problemas de insomnio, los que no se pueden dormir de manera patológica, pero niños con insomnio hay muy pocos, así que tuve que explicar el sueño de los niños de manera poco cierta para que 20 millones de personas con bebés completamente sanos pensaran que sus hijos realmente dormían mal (y los que lo siguen comprando).
He decidido ser sincero y explicar realmente cómo es el sueño de los niños y qué es lo que podríamos considerar normal:• Sé que en mi libro digo que a los seis meses los niños tienen que dormir toda la noche, sin embargo no es del todo cierto. Es normal que los niños se despierten de manera frecuente durante los 2 o 3 primeros años de vida.
• Los niños amamantados suelen despertarse con mayor frecuencia que los que toman leche artificial, aunque en mi método hablo de todos los niños indistintamente. Aunque pudiera parecer algo negativo lo cierto es que supone un mayor contacto y apego incluso en la noche y tiene parte de explicación en la necesidad del bebé de sentirse seguro para dormir tranquilo y en la de asegurar el alimento realizando succión nocturna (cuando los niveles de prolactina de la madre son más elevados). Se puede decir que el bebé come de noche y realiza succión para asegurarse el alimento del día siguiente.
Como la lactancia materna proporciona succión (la succión les calma) y les proporciona alimento instantáneo, sin necesidad de esperar a la preparación de un biberón (además de que contiene sustancias favorecedoras del sueño), estos niños se duermen antes que los alimentados con leche de fórmula. En otras palabras, se despiertan más, pero se duermen antes.
De hecho, como la lactancia materna es la alimentación natural de la especie humana, si el ser alimentado de esta manera hace que los niños se despierten más, es que es lo normal.
• Es normal que un niño se despierte por la noche incluso hasta los 5 años. Para ser más concreto, el sueño casi adulto se produce alrededor de los 5-6 años.
• Un estudio observacional (filmación de los bebés durmiendo) muestra que el 44% de los bebés duerme toda la noche a los 2 meses y el 78% lo hace a los 9 meses.
Otros estudios similares indican que a los 4 meses un 50% de los bebés duerme del tirón y que a los 9 meses lo hace el 96%.
Gracias a este tipo de estudios he podido afirmar (pese a no ser del todo cierto, viendo las cifras) que los bebés de 6 meses deberían dormir toda la noche, sin embargo, leyendo detenidamente los estudios vemos que en el primer estudio consideran “dormir toda la noche” como que “el niño no salga de la cuna entre las 12 y las 5 de la madrugada” y en los otros estudios llaman a dormir del tirón el dormir seis horas seguidas.
Claro, si el niño se duerme a las 9 PM, la mayoría de los niños de hasta 9 meses estarán despiertos a las 2-3 de la mañana. Esto es algo normal, pero obviando estas apreciaciones sobre los estudios he conseguido que ustedes mis queridos papás crean que están fallando a la estadística de mi libro, que su hijo tiene un problema y que deben seguir leyendo para ofrecerle una solución.
La AEPED en su guía de lactancia materna para profesionales especifica que a los 6 meses duerme toda la noche (o sea, entre las 0 h y las 6:00 h) sólo el 16% de los bebés, aunque yo en mi libro digo que lo tiene que hacer el 100%. El 50% de ellos se despierta ocasionalmente, el 9% se despierta casi todas las noches y el 5% se despierta todas las noches.
Repito, entendiendo como noche el periodo comprendido entre las 0 y las 6 AM (esto significa que si ampliáramos el periodo a un horario comprendido entre las 21 PM y las 8 AM los resultados serían, digámoslo suavemente, escandalosos).
Tras conocer todos estos datos, mi querido lector, si aún siente la necesidad de obligar a su hijo a dormir en el horario que a usted le va bien, aunque vaya en contra de las necesidades del bebé y de sus ritmos de maduración cerebral, puede intentar mi método (que no es mío realmente, pues es del siglo pasado) que se basa en no hacer caso a las necesidades reales de su bebé para que aprenda que por la noche sus demandas no serán satisfechas.
Puede tardar unos días o semanas, es normal, pues los bebés, como los adultos, insisten en tener aquello que necesitan. En este caso, lo que solicitan es compañía y calor para sentirse seguros y un hombro, pecho o biberón que les calme lo antes posible para que poco a poco, a su ritmo, vayan aprendiendo a dominar sus necesidades nocturnas y acaben por dormir de una manera más continua.
Pasado ese tiempo su hijo sabrá que es inútil pedir algo que nunca va a llegar. No es que lo haya dejado de necesitar, es que se ha resignado.
• Mi método, si produce llanto y estrés, hace que aumente la secreción cerebral de cortisol, la hormona del estrés. Los expertos dicen que los bebés que menos estrés sufren de pequeños son los que en la edad adulta controlan y dominan mejor sus ansiedades y sus niveles de estrés. Quizás es un dato que quiera tener en cuenta.
Además el cortisol evita la conciliación del sueño, por lo que muchas veces se genera un pez que se muerde la cola.
• Es probable que tenga efectos secundarios: Muchos padres se preguntarán si mi método tiene efectos secundarios. Además de lo comentado sobre el cortisol se ha evidenciado, a corto plazo, la aparición en algunos bebés de problemas conductuales o del sueño tales como pesadillas, aparición de miedos y fobias, etc. (Milberg F, Gerold I).
Las consecuencias a largo plazo pueden ser: trastornos de ansiedad, depresiones, baja autoestima, indefensión aprendida, trastornos del apego, etc.
La misma AEPED ha dicho sobre mi método que “Las técnicas de terapia conductista de condicionamiento del sueño son difícilmente compatibles con la lactancia materna; deberían reservarse a niños con enfermedades del sueño, no estando probadas ni su eficacia, ni su repercusión psicológica a largo plazo”.
Por suerte, los problemas a largo plazo generan un problema a la hora de demostrar la causalidad, así que es muy probable que nadie me busque nunca para pedirme explicaciones.
Un saludo,
Eduard Estivill.
Bien, pues este es el escrito, documento o declaración que muchos estamos esperando del Dr. Estivill. Quién sabe, quizás algún día nos sorprenda y se sincere con todos los padres y madres a los que ha engañado. Quizás lo haga el día que decida que ya ha vendido suficientes libros, quizás no.
En unos días os traeré una nueva entrada con algunas ideas para que los niños duerman un poco mejor (o no).
En Bebés y más ¿Cuándo duermen los bebés toda la noche?, El Dr. Estivill evitó seguir su método con su nieto (y consigo mismo), No sólo del método Estivill duerme el niño, Documental: El cerebro del bebé por Eduardo Punset (1)

jueves, 23 de abril de 2009

Identifica lo que quiere tu bebé

Identifica lo que quiere tu bebé

Procede de: http://www.bbmundo.com/bebes/articulo.asp?idS=27&p=1&idCanal=3&idCat=6&filter=5344

El llanto es el vehículo de comunicación más eficaz del recién nacido. Nada como el poder del llanto para comunicarse con sus padres.

Satisfacer las exigencias que se manifiestan con el llanto de un recién nacido es uno de los principales retos para los padres, en especial de los primerizos.

¿Tendrá hambre, estará incómodo, necesitará que lo cambien, estará cansado o aburrido, tendrá realmente algún dolor fuerte? Todas estas preguntas desencadenan en los papás una reacción instintiva de alarma para buscar una solución.

Los consejos populares indican que se deben ignorar las lágrimas de un bebé para fortalecer sus pulmones con el llanto, evitar que manipule a su familia, prevenir los berrinches y para que aprenda a estar solo.

Sin embargo, los recientes estudios de psicólogos y neurólogos recomiendan todo lo contrario. Al parecer, dejar que un bebé llore demasiado puede causarle daños cerebrales y emocionales.

¿Llanto controlado?

Otra teoría recomienda que se programe el llanto con estricta disciplina y rutina. Se le conoce como método del llanto controlado: no cargar al bebé cuando llora, ignorarlo durante cierto período de tiempo según su edad y esperar a que el niño aprenda a autoconsolarse por cansancio. “Si no le haces caso, el bebé se dará cuenta de que no obtiene nada y se calmará”.

De manera equivocada se ha interpretado el llanto como una forma de cólera y manipulación por parte del bebé. El principio básico es que un bebé no manipula a través del llanto durante sus primeros meses: su llanto es un medio de comunicación de una necesidad real

La realidad del llanto

Los subsistemas emocionales del cerebro procesan información variada. Este circuito emocional está conectado fuertemente con la región cerebral que regula la toma de decisiones. Muchas de las cosas que nos definen emocionalmente las aprendemos a través de la experiencia, como reaccionar ante situaciones de peligro o miedo.

Por lo tanto, una de las claves del sistema emocional es cómo aprende y almacena la información nuestro cerebro.

La regulación temprana de las emociones en el cerebro se da, en un principio, durante los diálogos que se establecen entre madre e hijo a través del intercambio de miradas.

Las investigaciones han demostrado que una madre que se muestra sensible y complaciente hacia la comunicación visual temprana con su bebé, está estimulando un aprendizaje social positivo.

En contraste, una madre que no se muestra sensible al contacto visual temprano, no provee de este aprendizaje social positivo, entorpeciendo el proceso de maduración de la afectividad, tan importante para el desarrollo emocional. Lo mismo ocurre cuando un bebé trata de comunicarse a través del llanto.

Cuando el niño se encuentra en un estado de indefensión, miedo y pánico, la amígdala (conjunto de neuronas ubicadas en los lóbulos temporales del cerebro que procesa y almacena las reacciones emocionales) regula estas emociones enviando mensajes al cerebro para que el cuerpo se prepare con un escape o pelea.

Un bebé no puede escapar ni pelear. Si el pánico no es dominado por la intervención de un adulto, el flujo químico y hormonal puede inundar violentamente el cerebro, apuntando específicamente a la amígdala y el hipocampo durante un periodo de tiempo poco saludable.

Los niños que lloran y no son atendidos, lo hacen desesperadamente durante una hora o más, hasta que la amígdala se cierra. El niño a su vez aprende tras repetidos episodios que no tiene expectativas de respuesta y consuelo a su llanto y puede deducir que sus necesidades no son merecedoras de atención – una conclusión que finalmente puede afectar al correcto desarrollo de la autoestima del niño.

Si bien el cerebro podría determinar que no existe peligro alguno, si no se intenta calmar el estado de confusión emocional del niño, podrían perderse oportunidades vitales de desarrollo y refuerzo de la confianza, seguridad y capacidad de empatía del niño.

Los traumas provocados por el desamparo pueden dañar severamente el hipocampo, matando neuronas (causando lesiones).

Este daño es causado por la liberación de una cascada de cortisol, adrenalina y otras hormonas de estrés segregadas durante el episodio traumático.

Se cree que la abundancia de repetidas oleadas de estas sustancias químicas y hormonas en el cerebro es la causa de la reducción de la producción normal de serotonina y de la insensibilización de la amígdala, afectando a la capacidad de respuesta ante una situación de miedo

Entiende y atiende el llanto de tu bebé

Toma en serio el llanto de tu hijo porque está tratando de decirte algo. Cuantas veces llore, cuantas veces acércate y asístelo pues no está jugando. Si lo ignoras, aumentarás su sentimiento de ansiedad y abandono.

Trata de identificar la razón por su tipo de llanto. Con el tiempo podrás darte cuenta que llora de manera especial si tiene sueño, hambre, frío, cólico o simplemente cuando quiere sentirte cerca

Las palabras no siempre son necesarias. A veces el cerebro de un bebé está hiperestimulado para responder al lenguaje, por lo que resulta más efectivo un abrazo amoroso y cálido que lo calme, utilizando un tono suave de voz, un canto, un masaje o balancearlo en alguna posición diferente a la que tenía en la cuna.

No trates de persuadir a tu bebé de que no sienta sus emociones, no importa qué tan extremas o irracionales te puedan parecer.

Con el apoyo de la Dra. Laura Rincón Gallardo, Psicóloga Scroll upScroll down

lunes, 20 de abril de 2009

Límites o estructura emocional ( Laura Gutman )

¿Los niños necesitan límites o presencia materna?

Solemos determinar que un niño "no tiene límites" cuando "pide" desmedidamente o cuando su movimiento constante nos distrae o nos reclama atención. Sin embargo, antes de juzgarlos y rotularlos en su comportamiento, tratemos de ponernos en su lugar, de imaginarnos en su cuerpo y en su confusión, en la imposibilidad de comunicar lo que genuinamente necesita. El niño utiliza el mismo sistema confuso de pedir "lo que puede ser escuchado" y no lo que realmente desea. Ya ha constatado que lo que molesta, siempre es prioritario en la atención de los demás.

Cuando los adultos no logramos reconocer con sencillez y sentido lógico una necesidad personal, tampoco podemos comprender la necesidad específica de un niño, y menos aún si está formulada en el plano equivocado. Sin darnos cuenta, pedimos lo que creemos que será escuchado y no lo que realmente necesitamos. A este fenómeno tan frecuente y utilizado por todos nosotros, lo denomino: "pedido desplazado".

Por ejemplo: las mujeres necesitamos que nuestro esposo nos abrace y nos diga cuánto nos ama. Sin embargo en lugar de explicitar nuestra necesidad afectiva, le rogamos que se ocupe de cambiar al bebé. Cuando un deseo es expresado a través de otro deseo, aparece el malentendido. Inconscientemente solicitamos algo diferente de lo que necesitábamos, por lo tanto no obtenemos lo deseado, y así nos sentimos incomprendidas, desvalorizadas y enfadadas. En el plano emocional, cuando no sabemos lo que nos pasa o no lo podemos explicar, obviamente nada ni nadie logran satisfacernos.

En relación a los niños, esta situación es tan corriente que la vida cotidiana se convierte en "un campo de batalla". Levantarse para ir a la escuela, comer, bañarse, ir de compras, hacer la tarea, llegar o irse de algún lugar, ir a un restaurante en familia; todo parece ser "un gran malentendido" donde todos terminamos molestos. Y hemos encontrado un rótulo muy de moda aplicable a casi cualquier niño y a casi cualquier situación: "a este niño le faltan límites"

El tema de los límites -como se lo entiende vulgarmente- es un problema falso, ya que no se vincula con la autoridad o la firmeza con que decimos no. Al contrario, se resolvería fácilmente si fuésemos capaces de acordar entre el deseo de uno y el deseo del otro con sentido lógico para ambos. Y para ello se necesita capacidad de escucha, una cierta dosis de generosidad, reconocimiento de las propias necesidades, y luego la comunicación verbal que legitime y establezca lo que estamos en condiciones de respetar sobre el acuerdo pactado.

Nos preguntamos cómo hacer para que nuestros niños se comporten bien, sean amables y educados y puedan vivir según las reglas de nuestra sociedad. Sin embargo, estos "resultados" no dependen tanto de nuestros consejos, -y mucho menos de nuestro autoritarismo- sino de lo que podemos comunicar genuinamente. Para ello se requiere un trabajo de introspección permanente. No puedo contar qué me sucede si no sé qué me pasa de verdad. Luego, es necesario saber lo que le pasa al niño. Y sólo después será posible llegar a acuerdos basados en el conocimiento y la aceptación de lo que nos pasa a ambos. Si queremos niños dóciles y comprensivos, tendremos que entrenarnos en la dulzura hacia ellos y hacia nosotros mismos.

Por otra parte, ir en busca del pedido original del niño, requiere un conocimiento genuino sobre las necesidades básicas de los más pequeños. Los adultos consideramos con frecuencia que "ya son demasiado grandes para..." Invariablemente deberían lograr algo que aún les resulta inalcanzable como habilidad: jugar solos, no chuparse el dedo, permanecer en las fiestas de cumpleaños sin nuestra presencia, dejar el biberón, no interrumpir cuando los grandes conversan, quedarse quietos, estudiar solos, no mirar la tele, no molestar, etc.

Pero lo verdaderamente complejo, es que la presencia comprometida de los padres es escasa. Cuando los niños "no tienen límites, piden desmedidamente o no se conforman con nada", están reclamando desplazadamente presencia física y también compromiso emocional. De hecho, cuanto más insatisfechos estén los niños, más reclaman, menos los toleramos y más los adultos los echamos de casa porque nos desgastan. Los enviamos a pasar largas jornadas en las escuelas, fines de semana en casa de los abuelos, múltiples actividades extra escolares…ahondando la desconexión y el abismo que nos separa.

Un niño que nos exaspera es simplemente un niño necesitado.

Por eso el tema de los límites es un problema falso. Cuando hablamos de límites, hay que considerar nuestras capacidades de comunicación y de franqueza con la que nos dirigimos a nuestros hijos.

Esto no significa que debamos soportar la tiranía de caprichos absurdos. Al contrario, el niño no es libre de hacer cualquier cosa, pero nosotros tampoco. Se trata de preguntar al niño qué necesita, en qué lo podemos ayudar, y se trata de relatar también qué nos sucede a nosotros los adultos y qué estamos en condiciones de ofrecer. Luego, haremos algunos acuerdos posibles. Así de fácil.

Laura Gutman

viernes, 17 de abril de 2009

Pintura de dedos y plastilina caseras



A los niños les encanta pintar, experimentar y mancharse. Os dejamos aquí unas recetas facilisimas para elaborar pintura de dedos y plastilina caseras, con lo cual, además de pintar y dar paso a la creatividad de nuestros hijos, podran sentir diferentes texturas y ser creadores de sus propios materiales de juego.  No todo tiene porqué ser comprar, es mucho más divertido imaginar y crear        ¿ verdad ?

Pintura de dedos

1/2 vaso de harina de maiz
2 vasos de agua hirviendo
1 vaso de agua fria
Colorante alimentario**
Gelatina neutra ( 1 sobre )

Disolver la harina de maiz en 3/4 del vaso de agua fria. En el 1/4 restante poner la gelatina. Mezclar el agua hirviendo con el agua con harina y remover constantemente. Cocinar a fuego medio hasta que hierva de nuevo. Cuando adquiera una textura esponjosa añadir al la gelatina con agua. Una vez frio se separa en recipientes pequeños y se añaden unas gotas del colorante deseado. Se conserva en la nevera.

Plastilina

Dos tazas de harina
Una taza de sal
Dos cucharadas de aceite
Colorante alimentario** (es opcional, pero queda mucho mejor)
Agua.

Pon en un recipiente los ingredientes y vierte el agua poco a poco hasta obtener la consistencia deseada. Debes amasar hasta que no se pegue en los dedos.
Esta plastilina puede conservarse durante un tiempo si la envuelves en plástico y la guardas en la nevera. Además se puede meter al horno para conservar las figuras realizadas

**Los colorantes alimentarios los venden en el super, pero si quereis hacer la pintura mucho más ecológica, podeis usar colorantes naturales como  azafrán,  cúrcuma,  té negro o verde,  café,  cacao, remolacha, ....

En este blog podeis encontrar más información sobre colorantes alimentarios caseros
http://www.biscayenne.com/2012/02/colorantes-naturales-amarillo-verde-y.html

¡ Buen día y qué disfruteis de la actividad !

jueves, 16 de abril de 2009

Tres años aprendiendo de tí

Hace tres años que llegaste para llenar nuestras vidas de luz y alegria. Ese dia no solo naciste tú , tambien nació una madre porque ese es el único calificativo que se me ocurre para describirme desde que estás con nosotros. Has cambiado mi vida radicalmente, nunca imaginé que la maternidad fuera algo tan maraviloso y especial. Me has enseñado a ser mejor persona, a confiar en mi misma y en mi instinto, a luchar por mis ideales, aunque a veces parezcan inalcanzables. Me has enseñado a respetar, a tratar de ponerme en el lugar de los demás, a ser más imaginativa y creativa. He descubierto mil maneras de pasarlo bien contigo. Gracias a ti he conocido a gente maravillosa . Gracias a ti muchas familias se están dando cuenta de que hay otra manera de criar, sin llantos, sin castigos y sin miedo a "malcriar".
Gracias mi niño, gracias por haberme elegido como madre y permitirme aprender de ti cada dia

¡ Feliz cumpleaños mi amor !

lunes, 13 de abril de 2009

Alimentación Complementaria

Os dejo aquí el resumen que uso en las charlas de crianza:

RECOMENDACIONES ACTUALES PARA LA INTRODUCCIÓN DE LA ALIMENTACION COMPLEMENTARIA ( OMS,UNICEF, AAP, ESPGAN… )

El niño está listo para empezar a tomar otros alimentos cuando:

· Es capaz de sentarse estable sin ayuda.

· Pierde el reflejo de extrusión que hace que los niños expulsen la cuchara con la lengua (Hasta que tienen suficiente discernimiento para distinguir lo que se come de lo que no, por si acaso lo escupen todo)

· Muestra interés por la comida de los adultos

· Sabe mostrar hambre y saciedad con sus gestos (Al ver acercarse la cuchara el niño que tiene hambre abre la boca y mueve la cabeza hacia delante. El que está saciado, cierra la boca y mueve la cabeza hacia un lado).

¿ Cómo y cuándo empezar ?

*La lactancia materna debe ser exclusiva y a demanda hasta los 6 meses

* Se pueden ofrecer otros alimentos complementarios a partir de los 6 meses, continuando la lactancia materna hasta los dos años o más ( Todo el tiempo que madre e hijo deseen ). Si el desarrollo sigue siendo adecuado tal vez no sea necesario dar otros alimentos hasta los 7 u 8 meses.

*Los nuevos alimentos se deben introducir de uno en uno, en pequeñas cantidades y con al menos una semana de separación.

*Los alimentos deben ser variados

* El pecho debe ofrecerse antes que los otros alimentos, para mantener una buena provisión de leche en la madre. No importa que el niño tome menos de otras cosas pues se trata de complementar no de sustituir la LM

* Los menores de 3 años deben comer al menos 5 o 6 veces al día

* Añadir un poco de aceite o mantequilla a las verduras, para aumentar su valor calórico.

* No hay ninguna base científica para recomendar la introducción de un alimento antes que otro siempre que al principio se trate de alimentos sanos con poco potencial alergénico. Es indiferente empezar por la fruta, la verdura, los cereales,...

* No hay ninguna base científica para recomendar que un alimento determinado deba darse a una hora determinada (Por ejemplo, las frutas por la tarde). Cualquier alimento puede darse a cualquier hora, a comodidad de la madre. De hecho si la madre trabaja o debe ausentarse por cualquier motivo lo más cómodo es que la alimentación complementaria se de en su ausencia. *Se debe empezar con pequeñas cantidades que irán aumentando a medida que el niño las acepte de buen grado.

* Nunca se debe obligar a comer a un niño. No todos están preparados para la introducción de la AC al mismo tiempo. Algunos no aceptan comer hasta los 8 meses o más)

* Procurar escurrir los alimentos para no llenarle la barriga con el agua de cocción. Los purés deben ser todo lo espesos que el bebé pueda aceptarlos.

* No dar alimentos que suelen causar alergia (especialmente leche de vaca y derivados, huevos, pescado, soja, cacahuetes, melocotón, fresas, frutas del bosque y cualquier otro que produzca alergia a un miembro de la familia) hasta los 12 meses. Los frutos secos mejor no darlos hasta los 4 ó 5 años.

*Alimentos con gluten (cualquiera que lleve trigo, avena, centeno o cebada, como por ejemplo el pan y las galletas). Actualmente el comité de nutrición de ESPGHAN, recomienda introducir gradualmente pequeñas cantidades de gluten, mientras el niño está con lactancia materna, no antes de los 4 meses de edad y no más tarde de los 7 meses. Parece ser que la introduccion despues de los 7 meses aumenta el riesgo de padecer celiaquia pero no tanto como el hacerlo antes de los 4 meses. Si a esta recomendación unimos las recomendaciones de organismos como la OMS o la AEP de mantener la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses, la introduccion habria que ir haciendola entre los 6 y los 7 meses. La introduccion debe hacerse de manera gradual, por ejemplo la famosa galleta de la abuela en la papilla de frutas
, un trocito de pan para chupar.....

* No añadir azúcar ni sal a los alimentos.

*Puesto que la capacidad del estómago de los niños es más reducida, para que puedan obtener suficientes nutrientes de las comidas que tomen, éstas deberían ser ricas en energía y nutrientes (incluyendo micro nutrientes).

*Los alimentos no necesariamente deben estar triturados, sino que basta que sean de consistencia blanda y puedan ser aplastados o troceados con un tenedor o por el propio niño con la lengua y el paladar (no hay que pretender que a los 6 meses y 1 día, el niño coma un plato entero de comida); en realidad, al principio, la comida es más un experimento sensorial que otra cosa y seguramente no comerá más que unas pocas cucharadas si acaso; con el tiempo irá comiendo cantidades mayores, pero mientras tanto, la leche materna sigue alimentándolo.

* Se le puede ofrecer los mismos alimentos que toma el resto de la familia pero adaptándolos a la capacidad del niño. Además es conveniente sentar al bebé a la mesa proporcionándole así la función sociabilizadora que tiene la comida. Un arroz hervido es un nutritivo plato de cereales.

*A los cereales no hace falta añadirles leche si el niño toma el pecho. Basta hacerlos con agua o caldo.

ALGUNOS FALSOS MITOS EN TORNO A LA ALIMENTACIÓN INFANTIL

”Las papillas alimentan mas que la leche”.

Falso. Las papillas suelen tener menos calorías y menos nutrientes que la leche materna, sobre todo las de verduras o frutas por lo tanto al sustituir tomas de leche materna por papillas estamos empobreciendo la dieta del bebé El único alimento capaz de satisfacer, por sí solo, todas las necesidades de un ser humano, al menos durante una parte de su vida, es la leche materna. Un recién nacido está perfectamente alimentado durante seis meses o más sólo con leche materna; pero nadie estaría perfectamente alimentado ni en su infancia ni en ninguna época, si pasase seis meses comiendo solo carne, o sólo pan, o sólo naranjas. Lo que no significa que el pan, la carne o las naranjas “no alimenten”, sino que se han de complementar con otras cosas. Complementar, no sustituir

”Con una buena papilla antes de cenar, dormirá toda la noche”

Falso, muchos niños, incluso a los dos o tres años, se despiertan casi cada noche por mucho que hayan cenado. Está demostrado experimentalmente que los niños no duermen más por haber tomado papilla. Durante los primeros años los niños suelen despertarse por la noche, no sólo porque necesitan comer, sino porque nos necesitan a nosotros. Por suerte el pecho permite satisfacer las dos necesidades a la vez, y el niño vuelve a dormir rápidamente.

”A partir de los 6 meses han de tomar leche de continuación”

Tanto la AAP como la OMS opinan que las leches de continuación son innecesarias y recomiendan tomar la misma leche durante el primer año. ¿Por qué existen las leches de continuación ? Por fines comerciales. En muchos países la ley prohíbe hacer publicidad de la leche de inicio pero no de la leche de continuación, por eso los fabricantes disponen de dos leches con el mismo nombre pero diferente número, así al publicitar la de continuación de paso publicitan la de inicio. Las leches de continuación no están tan adaptadas como las de inicio. Para adaptar una leche hay que quitarle la mayor parte de las proteínas de la leche de vaca ya que el exceso es perjudicial para el bebé ( La leche materna lleva muchísimas menos ). Pero este proceso es bastante complicado por lo que se inventó la leche de continuación a la que no se le quitan tantas proteínas y es más barata en teoría. Por lo tanto la leche de continuación no es mejor para los bebés mayores, es peor por que está menos adaptada pero como estos bebés tienen mayor capacidad para metabolizar las proteínas es más fácil que la toleren La principal utilidad de las leches de continuación, según la ESPGAN, es que son más baratas. Como la leche artificial es cara, las madres con menos recursos que dan el biberón pueden sentirse tentadas a introducir antes del año la leche entera de vaca, lo que no sería muy conveniente. Una leche que, sin ser tan adaptada, saliese más barata, podría resultar útil. La industria láctea intenta convencernos de que la leche de continuaciones mejor por que está “enriquecida en proteínas para cubrir las necesidades en aumento de su hijo”, pero no hay que dejarse engañar. Las necesidades de proteínas de los niños disminuyen a medida que crecen por lo que el exceso de proteínas en la leche de continuación no es ninguna ventaja para los bebés, sino sólo un desecho industrial. Por supuesto los niños que toman pecho pueden seguir con el pecho pasados los 6 meses hasta que la madre y su hijo deseen.

”Si no come carne no tendrá suficientes proteínas”

Tal como se desprende del apartado anterior, incluso si el bebé solo tomase leche, ya tendría suficientes proteínas. Y los cereales y legumbres aportan más proteínas todavía. De hecho el exceso de proteínas suele ser uno de los inconvenientes que presentan la mayoría de las papillas caseras (6).

LAS GRÁFICAS DE PESO

Una gráfica de peso se elabora pesando a cientos de miles de niños sanos. Normalmente te utilizan los percentiles ¿ qué significan ?. Por ejemplo el percentil 75 significa que de 100 niños sanos 75 están por debajo de ese peso y 25 por encima. Si un niño está en el percentil más bajo no significa que esté enfermo ya que por definición el 3% de los niños sanos están por debajo, simplemente hay que observar un poco más detenidamente por si hubiera algún problema aunque lo más probable sea que no . Cada país tiene sus gráficos y estos no coinciden. Las líneas de los gráficos no se corresponden al peso de ningún niño individual y el peso de un niño no tiene porqué coincidir con ninguna de las líneas Las gráficas de peso que se solían usar se hicieron con niños de biberón. Actualmente la OMS ha publicado nuevas gráficas elaboradas con niños de pecho.Los niños de pecho suelen engordar mucho durante el primer mes ,con respecto a las antiguas graficas, pero luego van bajando de percentil y se mantienen hasta el año con “peso bajo“ en relación a las antiguas gráficas..

" LA AUTORREGULACIÓN"

-Todos los animales del mundo comen lo que necesitan. Su instinto les dice qué comer y cuándo. No se preocupan por la composición de los alimentos, sin embargo cada uno elige la dieta adecuada para su especie.

-Los seres humanos también saben lo que necesitan cuando se les ofrece una dieta equilibrada y sin horarios. Aunque hay quien tiene cierta tendencia a la obesidad la cosa no es tan grave como podría ser si no supiéramos regularnos. ( No engordamos ni adelgazamos indefinidamente ) Cada ser vivo tiene mecanismos innatos que le hacen buscar el alimento adecuado en la cantidad adecuada y los niños humanos no son distintos, si les dejamos comer lo que quieran acabaran comiendo lo que necesiten ( hay que dejar a su alcance alimentos variados y saludables, claro )

¿Por qué la alimentación debe ser a demanda?

El que los bebés deben mamar según un horario y determinado tiempo en cada pecho es un mito sin sentido. Los adultos comemos según un horario porque nuestras obligaciones sociales y laborales nos lo exigen pero no comemos 10 minutos de cada plato cada tres horas.

Cuando un bebé tienen hambre no puede esperar ya que su sensación de hambre es intensa y la composición de la leche cambia si se retrasa. La leche materna evoluciona constantemente:

-La leche que sale al principio de la mamada es más aguada y la del final tienen hasta 5 veces más de grasa.
-Cuanto más tiempo haya transcurrido desde la mamada anterior menos grasa
-La concentración de grasa aumenta con la concentración de grasa al final de la mamada anterior ( Cuanto más mamara el bebé más grasa )
_ La grasa también aumenta con el volumen ingerido en la mamada actual. Los bebés que toman pecho pueden regular la cantidad de nutrientes en la leche de tres formas:
1) La cantidad de la leche que toma cada mamada (mamando más o menos tiempo con mayor o menor intensidad).
2) El tiempo entre una mamada y otra.
3) Tomar de un solo pecho o de dos. Si se le impone un horario no puede regular la composición de la leche según sus necesidades.

Las papillas a demanda y a la carta.

Igual que con la leche materna, el bebé sabe qué alimentos necesita. La doctora Davis ofrecía a un grupo de niños entre seis y dieciocho meses de edad, diez o doce alimentos distintos en cada comida. (alimentos puros sin mezclar como pollo, arroz, zanahoria..) . Se les dejaba comer lo que querían en la cantidad que querían Los mayores comían solos y a los pequeños un adulto les daba sin menor insistencia. Durante meses, el crecimiento de los bebés era normal y recibieron los nutrientes que necesitaban. Los niños comían a veces muy poco y a veces muchísimo. Tenían rachas cuando sólo comían uno o dos alimentos durante días, y después preferían otros. Pero conseguían una dieta equilibrada!

¿ Sabrá regularse ? ¿ No comerá solo chuches ?

A casi todo el mundo les gusta los sabores dulces o salados, y especialmente a los niños, por lo que muchos padrea temen que si les dejan elegir la comida a sus hijos estos solo comerán chucherias.

Pero porque nos gustan tanto estos alimentos ?.
Cuando vivíamos en cuevas no existía ni helado ni chocolate, ni sal ni azúcar Lo más salado era la carne ( fuente importante de hierro y proteínas ) y lo más dulce la leche materna (lo mejor para un bebé), frutas (cargados de vitaminas). . Por lo tanto la evolución favoreció el gusto por este tipo de alimentos por que era la mejor manera de conseguir una dieta adecuada. Actualmente tenemos a nuestro alcance muchos alimentos industriales por lo que los expertos recomiendan que para que nuestros hijos elijan una dieta sana debemos ofrecerles variedad de alimentos sanos y dejarles elegir entre esa variedad que comer y en que cantidad.

Por qué no quieren verdura

Las verduras tienen mucha fibra pero pocas calorías. Los niños tienen el estómago pequeño, y no les cabe la cantidad que necesitarían para cubrir sus necesidades. Necesitan comidas concentradas, con muchas calorías en poco volumen Una papilla con verduras y carne lleva más o menos 50 kcal por 100gr y la leche materna 70 kcal por 100 gr. Un puré de verduras llevará todavía menos.. Normalmente los niños comen una o dos cucharadas de verdura (lo necesario para recibir fibra y vitaminas) pero no van a comer un plato de puré entero porque sería llenar el estómago con algo que no cubre sus necesidades.

QUÉ NO HAY QUE HACER A LA HORA DE COMER.

Persistencia

Si el niño dice que no quiere comer, no se le debe insistir, porque si no el niño buscará la manera de hacer ver a la madre su rechazo, bien escupiendo, bien vomitando…

Incursiones nocturnas

Esto es, darle de comer de noche cuando está dormido aprovechando que el sueño lo somete, porque se está sometiendo su voluntad y sus ganas de comer.

Las odiosas comparaciones

Las comparaciones no son positivas ni productivas en ningún aspecto, no sólo en el no comer. Compararle con la forma de comer de otro niño no le abrirá el apetito, sólo conseguirá irritarle o frustrarle, como nos pasaría a nosotros los adultos. Los sobornos Constituye un error dietético además de pedagógico el chantajear o comprar a un niño para que coma o el usar la comida en sí como premio o castigo. Porque se le enseña al niño a ser un hipócrita y un aprovechado y a actuar siempre por la esperanza de un premio o por el temor a un castigo. Además, como normalmente el premio nunca son las acelgas ni el castigo será el chocolate, sino al revés, se idealizan los alimentos de los que el niño no debería abusar. (“Si te portas bien te daré un bollycao”, se le está dando a entender al niño que el bollycao es un premio, así que es algo bueno.). Además se ha demostrado experimentalmente que cuando los niños tienen a mano un determinado alimento, pero no se lo dejan comer, le gusta cada vez más.

Estimulantes del apetito

Existen dos tipos: Los que no funcionan y los que sí, y ambos son peligrosos.

1.-Los que no funcionan: son combinaciones de vitaminas y cosas raras y a menudo incluyen alcohol. Dosis pequeñas durante periodos cortos son inocuos, pero siempre puede haber alergia a algún excipiente o colorante, o efectos tóxicos de plantas como el ginseng. Además, las vitaminas y minerales pueden ser tóxicos si se consumen en exceso. En cualquier caso, no sirven para abrir el apetito y a menudo los pediatras lo recetan para que la madre deje de preocuparse.

2.-Los que funcionan: Llevan en su mayoría CIPROHEPTADINA. Teniendo en cuenta que el hambre no se halla en el estómago, sino en el cerebro, para que un estimulante funcione tiene que actuar sobre el centro cerebral del apetito. La CIPROHEPTADINA es un psicofármaco y sus principales efectos secundarios son somnolencia, sequedad de boca, dolor de cabeza y náuseas. Hay otros efectos más graves que por poco habituales es mejor no comentar. Y otro riesgo a añadir es el hecho de provocar que un niño coma más si no es necesario, porque comerá más de lo que necesita o le conviene y eso perjudicará su salud; además, como su efecto sólo dura mientras se da, muchas madres pueden sentir la tentación de volver a darlo y prolongar su uso para que el niño siga comiendo. En definitiva, los estimulantes son inútiles cuando no funcionan y peligrosos cuando funcionan, su efecto es pasajero y tienen efecto rebote.

BIBLIOGRAFÍA
*Dr. Pilar Serrano Aguado: Alimentación complementaria y destete del niño. En: Lactancia Materna. Josefa Aguayo Maldonado (Ed.). Universidad de Sevilla. 2001
*Dr. Carlos González: Mi niño no me come. Ediciones Temas de Hoy, 1999
* Dr Carlos González: Un Regalo para toda la vida.. Edit Temas de Hoy 2006
*Ruth A. Lawrence: La Lactancia Materna: Una guía para la profesión médica. Mosby. 1996
* ESPGAN (Sociedad Europea de Gastroenterología y Nutrición Pediátricas). Committe on Nutrition, “Guidelines on infant nutrition. III. Recommendations for infant feeding. Acta Paediatr Scand 1982; suppl 302:61-95
* American Academy of Pediatrics Committee on Nutrition. On the feeding of supplemental foods to infants. Pediatrics 1980; 65:1178-1181
*American Academy of Pediatrics Work Group on Breastfeeding. Breatfeeding and the use of human milk. Pediatrics, 1997; 100:1035-1039
* UNICEF, OMS, UNESCO, FNUAP. Para la vida. Un reto de comunicación. 2ª ed. 1993
* Sserunjogi, l.; Poskitt, E. Feeding young children. Child health dialogues, 9:6-7, 1997. WHO publication revised un May/99 * Van den Boom, S.A.M.; Kimber, A.C.; Morgan, J.B. Nutritional composition of homeprepared baby meals in Madrid. Comparation with commercial products in Spain and homemade meals in England. Acta Paediatr 1997; 86:57-62_________________

El pecho no tiene horario. Video

http://video.google.com/videoplay?docid=7038805686401229437&hl=es

Lo que nunca te han contado sobre la Lactancia Materna

Entrevista a Ana Ana Morales. Consejera IBCLC. Pinchad en el enlace y bajad con el ratón pues al principio se ve en blanco

http://wordpress.eldedoenlallaga.com/2007/11/03/lo-que-nunca-te-han-contado-sobre-la-lactancia-materna-entrevista-a-la-experta-ana-morales-ibclc/

Mi niño no me come. Videos del Doctor Carlos Gonzalez

Una vez más, el Doctor Carlos gonzález nos aconseja y tranquiliza con el tema de la alimentacion infantil. Como siempre , genial

http://salud.terra.es/web/ninos/articulo/muestra2.aspx?Id=424

Consejos para la lactancia: Doctor Carlos Gonzalez

VIDEOS
-Dr. Carlos González: ¿por qué es importante dar el pecho?
-¿Qué mujeres pueden dar de mamar?
-¿Qué significa dar el pecho a demanda? -
¿Qué postura es la correcta para evitar grietas y mastitis?
-La crisis de los tres meses: ¿ya no tengo leche?
-¿Por qué es importante recuperar este hábito natural?

http://salud.terra.es/web/ninos/articulo/muestra2.aspx?Id=417 ( PARA VER VIDEOS ENTRA AQUÍ )

¿ Esclaviza la crianza con apego ?




Eso es lo que piensa la mayoria de la gente de las familias que nos decantamos por este tipo de crianza : que somos unos esclavos de nuestros hijos. Creen que no disfrutamos de nuestras vidas por que damos teta a demanda o llevamos a nuestros bebés en brazos . Que no tenemos vida de pareja porque nuestros hijos duermen con nosotros ( como si solo se pudiera tener vida de pareja en la cama y por la noche) o que nos toman el pelo porque sus opiniones cuentan igual que las de un adulto. Porque son respetados y porque sabemos ponernos en su lugar cuando tienen una rabieta o se enfadan.

Pero no, para mi eso no es esclavitud. Para mi es respetar los ritmos biólogicos y psicologicos de mis hijos. Es empatía, amor y comprensión. Es tener altas dosis de paciencia ( nadie dijo que fuera fácil ) y es, sobre todo, seguir nuestro instinto natural. Ese que hace que, cuando oimos llorar a un bebé, salten dentro de nosotros todas las alarmas y convierte ese llanto en el más insoportable de los sonidos. El que nos dice que tomemos a nuestros hijos en brazos y no nos separemos de ellos, que les protejamos y les colmemos de besos y abrazos. Pero sobre todo, es  el que nos ha permitido sobrevivir como especie a lo largo de miles de años. Ese instinto que se remonta a nuestros ancestros, cuando aun viviamos en cavernas y debiamos luchar contra depredadores, fenómenos naturales y cazar para conseguir alimento ¿ habria sobrevivido entonces un bebé lejos del cuerpo de su madre ? Seguramente no.

Pero volviendo al tema de la esclavitud, me llama mucho la atención el que en las sociedades modernas, la mayoria somos esclavos de algo: La moda, las apariencias, el éxito, el tabaco, el alcohol..... . Y nadie se extraña de ello. Sin embargo, si decides entregarte en cuerpo y alma a la crianza de tus hijos, quedarte en casa o reducir tu horario laboral para criarles. Si "cedes" ante sus necesidades o demandas... entonces,no disfrutas de la vida ya que  eres una "esclava sin vida propia".

Como os decía al principio,  para mi criar a mis hijos con apego no es esclavitud. Esclavitud es tener que levantarte por la noche a preparar un biberón. Estar preocupada por que aún no han pasado las dichosas tres horas antes de que le toque otra vez la teta y mi hijo llore porque la quiere ya.

Oir a mi hijo  llorar y no tomarlo en brazos por que "se acostumbra". Dejar que mi hijo duerma solo en su habitacion y estar echándole de menos. Desear dormir acurrucada con ellos y levantarme 20 veces de la cama para ver si está bien.  Estar continuamente preocupada porque tiene rabietas o creer que está midiéndose conmigo. Tener que estar poniendo continuamente absurdos límites y normas para que " no me tome el pelo " o "aprenda a tolerar la frustración".

Por el contrario, dormir con mis hijo, sentir sus cuerpo junto a mi por las noches. Que su sonrisa sea lo primero que veo al despertar. Entender por qué llora o tiene una rabieta. Darle el pecho cuando me lo pide o llevarle en brazos, pegadito a mi... En resumen, disfrutar de mi hijo porque sí, porque le amo con locura. Porque ambos somos felices . Eso...., no, definitivamente no es esclavitud: Eso es libertad absoluta para decidir cómo quiero criar a mi hijo, sin prejuicios y sin importarme lo que opine el resto de mundo. Haciendo simplemente lo que me dice mi corazón.

¿ Esclavitud ? ...Puede que para algunas personas sí  , pero para mi, la crianza de mis hijos es un privilegio .

jueves, 9 de abril de 2009

Experta en salud mental recomienda el colecho hasta los 5 años



Un articulo muy interesante en el que esta experta en Salud Mental afirma que colechar con los hijos  hace que crezcan como adultos calmados y saludables.

http://www.dormirsinllorar.com/piel_con_piel3.htm[list=][/list]

Piel con piel, el placer de sentir a tu bebé.

Colecho o compartir cama hasta los 5 años

Una experta británica líder en salud mental ha aconsejado a los padres que rechacen años de convencionalismo y permitan a sus hijos dormir en cama con ellos hasta la edad de cinco años.

Margot Sunderland directora de educación del Centro de Salud Mental para Niños en Londres, dice que esta práctica conocida como "colecho", hace que los niños crezcan como adultos calmados y saludables.

Sunderland, autora de 20 libros, subraya su consejo en "La ciencia de la paternidad" que será publicado a finales del mes.

Ella está tan segura de sus hallazgos en este nuevo libro, basado en 800 estudios científicos, que ella está haciendo un llamado a los visitantes de salud para que hagan artículos con hechos sobre como educar a los papás en el tema de "colecho".

"Estos estudios deberían ser diseminados ampliamente a los padres", dice Sunderland. "Yo simpatizo con los gurús de la crianza - por qué deberían conocer la ciencia? Noventa por ciento de estos son tan novatos que ellos deberían saber esto ahora. No hay absolutamente ningún estudio que diga que es bueno dejar llorar a los niños.

Ella argumenta que tal práctica, común en la Gran Bretaña de entrenar a los niños a dormir solos desde las primeras semanas de nacido es dañino, por que cualquier separación de los padres incremente el nivel de hormonas del estrés como el cortisol.

Sus estudios están basados en avances en el entendimiento científico desde hace 20 años de cómo el cerebro de los niños se desarrolla. Y otros estudios usando escaners par analizar como ellos reaccionan en particulares circunstancias.

Por ejemplo, un estudio neurológico de hace tres años, muestra que un niño separado de alguno de sus padres experimenta una actividad cerebral similar al dolor físico.

Sunderlando también cree que esta práctica tan concurrida está basada en actitudes sociales que deben ser abandonadas. "Hay un tabú en este país acerca de que los niños deben dormir con sus padres", ella dice.

"Lo que yo he hecho en este libro es presentar la ciencia. Estudios de todo el mundo muestran que el colecho, hasta la edad de los cinco año es una inversión para el niño" Ellos pueden experimentar la ansiedad por la separación hasta la edad de los cinco años y más allás, lo cual les puede afectar más tarde en la vida. Esto es calmado por el colecho".

Los síntomas también pueden ser físicos. Sunderlan cita un estudio que encontró que el 70% de las mujeres que no han sido confortadas cuando ellas lloraban de niñas desarrollaron dificultades digestivas siendo adultas.

El libro de Sunderland la pone al nivel de la ampliamente leída gurú de la crianza Gina Ford, cuyos consejos son seguidos por miles de padres.

Ford aboga por el establecimiento de rutinas de dormir para bebés desde una temprana edad "lejos del resto de la familia" y enseña a los bebés a "dormir sin asistencia de los adultos".

En su libro. "The complete sleep guide for contented babies and toddlers"; ella escribe que los padres necesitan tiempo para ellos. "Compartir cama. muy a menudo lleva a los padres a dormir encuartos separados" y madres exhaustas, una situación que pone enorme presión en la familia como un todo."

Anette Mountford, jefe ejecutivo de la organización de crianza Famili Links, confiró que la norma para los niños en Gran Bretaña era la de animarlos a dormir en cunas y camas, a menudo en cuartos separados, desde temprana edad. "Los padres necesitan su espacio", ella dice. "Hay beneficios definitivos al animar a los niños a dormir en su propia rutina y su propio espacio."

Sunderland dice que poner a los niños en sus propias camas desde las pocas semanas de nacido, aun cuando estos lloren en la noche, ha mostrado un incremento en el flujo de cortisol en el cuerpo. Estudios de niños menores de cinco años han mostrado que en más del 90%, el cortisol se eleva cuando ellos van a la guardería. Y cae en 75% cuando ellos regresan a casa.

Profesor Jaak Panksepp, un neurocientífico de la Universidad Estatal de Washingtona, quien ha escrito unas palabras para este libro, dice que el argumento de Sunderland es coherente con la neurociencia. Una sociedad que sea sabia lo tomará con el corazón".

Sunderland argumenta que poner a los niños a dormir solos es un fenómeno occidental peculiar que puede incrementar el riesgo de muerte de cuna, también conocido como Síndrome de Muerte Súbita (SMS). Esto posiblemente causado por el el niño pierde el efecto calmante en su respiración y en su función cardíaca que proviene de estar cerca de la madre.

"En Gran Bretaña, 500 niños al año mueren de SMS", Sunderland escribe. "En China, donde el colecho es algo común, la muerte por SMS es tan rara que incluso no tiene nombre."

Artículo original: The Sunday Times Mai 14, 2006 (edición digital)_________________

Ideas para educar sin violencia

IDEAS PARA EDUCAR SIN VIOLENCIA

1. OBSERVAR : Si nos anticipamos a la rabieta estaremos mas preparados para afrontarla.


2. ESCUCHAR Y COMPRENDER: lo que tu hijo quiere decirte es importante para él. Debemos tomarlos en serio. Hacerles entender de que nos hemos dado cuenta de qué es lo que quieren:“Te gusta mucho esto, verdad? pero.........”"Entiendo que quieres esto pero....""Cariño, es que así no entiendo lo que me dices, ¿te calmas un poquito y me lo pides hablando?..


3. PACIENCIA Y TRANQUILIDAD: SI PIERDO LOS NERVIOS PUEDO RECUPERARLOS...PARA ELLO TENGO LAS SIGUIENTES HERRAMIENTAS:

1) CONTAR HASTA 89432

2) REPETIR FRASES: "paciencia, paciencia, mañana a esta hora ya va a haber pasado todo"

3) CAMBIAR DE CONTEXTO: Alejarse o buscar una distracción relajante para calmarse

4) RELAJARSE: respirar hondo, yoga, spa...

SI DESPUES DE TODO PIERDO LOS NERVIOS:

5) Pedir perdón y explicar nuestros sentimientos.

4. ABRAZOS
P.E: abrazarle y susurrarle cosas del estilo " que enfadado está mi chiquitín, ya le pasa, ya le pasa...", sino se deja, dejarlo desahogarse

5. HUMOR : no hay cosas que si las miran 'de lejos' parecen graciosas ??Decirle las cosas cantando o bailandoHacerlos reírDesconcertarles haciendo algo inesperado: cantar, poner caras, cambiar de sitio, pegar saltos y carreras, bailar...

6. SEGURIDAD : sentirse seguro de uno mismo y de que va a saber manejar la situaciónP.E: Sonreír y decir: yo sé que eres un buen chico y vas a hacer lo correcto.

7. COHERENCIA: si hay un “no” que sea realmente justificado y coherente. Analizar en que situaciones es realmente importante el poner limites. Vale la pena estar todo el día diciéndole NO a todo?

8. EXPLICAR: pausada y serenamente las cosas

9. CONFIAR EN EL: Mi hijo es un encanto y estoy segura de que va a hacer lo correcto

10. RELATIVIZAR: analizar la situación. Vale la pena para dos días que se vive enfadarse tanto ¿Es realmente importante esta limitación?

11. EXTRAPOLAR: El comportamiento de niño al de adulto: Si tú tienes derecho a salirte de la línea recta, tu hijo también

12. FOMENTAR LA EMPATIA: Intenta ver las cosas desde el punto de vista de tu hijo

13. CAMBIA EL CONTEXTO: Realizar otra tarea que les guste/relaje para que olviden el motivo de la rabieta.

14. RECOGIMIENTO/MEDITACION/SEPARACION: nunca como castigo, sino para desahogo, cambio de contexto o para recuperar la serenidad(no debe verse como un castigo ni ser traumática)..mejor acompañado

15. ENSEÑARLE A PONERSE EN EL LUGAR DE LOS DEMAS:“A ti te gustaría que te hicieran eso?”
16. PACTAR/NEGOCIAR

17. SI HACE ALGO REALMENTE PELIGROSO, USAR UN NO ENÉRGICO

18. SIEMPRE, SIEMPRE, HAY QUE HABLARLES A LOS NIÑOS A SU ALTURA;
AGACHARNOS O COGIENDOLOS EN BRAZOS, PERO SIEMPRE QUE SU MIRADA Y LA NUESTRA ESTE A LA MISMA ALTURA; Y MÁS EN LOS MOMENTOS DE LOS QUE ESTAMOS HABLANDO

19. NO CONTAGIARNOS DE SUS EMOCIONES: no ponernos a su nivel y pillarnos una rabieta nosotros también:

"quiéreme más cuando menos me lo merezco, porque es cuando más lo necesito".

IDEAS MAESTRAS

Descargar adrenalina: hacerle cosquillitas en la barrigota y diciéndole "como que no, bichito mío, ya veras tu, te voy a comer el culete
Ayudarles a descargar la rabia: "vaya enfado te has cogido, porque no me dibujas en este papel lo enfadado que estas?"

El cuento de la lechera. Cuando te piden insistentemente algo que no le podemos dar en ese momento, puede funcionar el montarse un cuento sobre ello en tono de complicidad y humor: "vaya cariño, me encantaría tener una varita mágica para poder hacer aparecer esto o lo otro..."Despedirse: si hay que irse y el no va a querer ayudarle a hacerse a la idea despidiéndose de las cosas: “adiós agua”, etc..

No quieres darle algo: un pelin teatrera "qué lástima, se nos han acabado, no tenemos, pero mañana acuérdate que hay que comprar"

Bloqueo: si quiere hacer algo prohibido, impedírselo interponiéndose y dejar solo que lo use aprendiendo la utilidad de ese objeto(p.e. jugar con el interruptor no, pero si hay que encender la luz, pedirle que lo haga él

Compañeros de desgracia: si no quiere hacer algo, acompañadlo en la tarea

Que pasa?: Mirar los ojos del “enrabietado”, con amor. hasta que ambos vuelvan a estar tranquilos. En silencio. Buscar señales no verbales por ver si es capricho o si le pasa algo. Luego, volver a intentarlo de nuevo.

Si no funciona, cambiar de actividad.LA SOLUCION DEFINITIVA: CTRL+ALT+SUPR: BORRON Y CUENTA NUEVA: AMBAS PARTES COMENZAR DE CERO"Empezamos de 0?" y le doy la mano tipo” de acuerdo" o le digo "a mí no me gusta estar enfadada, prefiero estar contenta y tú?"

¿ Por qué amamantar a un niño de 3 ó 4 años ?

http://www.criaryamar.com/lactancia-materna/13-lactancia/94-por-qumamantar-a-un-nie-3-a-4-a

Porque más y más mujeres están ahora amamantando a sus bebés y más y más se dan cuenta cuánto disfrutan hacerlo, por esta razón quieren continuar por más tiempo que sólo los meses que habían pensado al principio

UNICEF siempre apoyó la lactancia durante los dos primeros años y aún más, y la Academia Americana de Pediatría está alentando a las madres a amamantar a sus bebés por lo menos durante un año y extenderse hasta donde ambos lo deseen. Incluso la Academía Canadiense de Pediatría, reconoce que las mujeres pueden amamantar por dos años y más. Amamantar a un niño de 3 y 4 años ha sido algo común en el mundo hasta no hace mucho, y aún es común en muchas sociedades.

¿Por qué la lactancia debe extenderse por más de 6 meses?

Porque las madres y los bebés disfrutan mucho esta relación. ¿Por qué detener una relación que se disfruta?

Pero dicen que la leche materna no tiene valor después de los 6 meses.

Tal vez se diga, pero es falso. Que mucha gente diga semejante cosa sólo muestra que ignorante es mucha gente en nuestra sociedad sobre la lactancia. La leche materna, después de todo, es leche. Aún después de los 6 meses, todavía contiene proteínas, grasas y otros elementos nutricionales importantes y apropiados que los bebés y niños necesitan. La leche materna contiene factores inmunológicos que ayudan a proteger al bebé. De hecho, algunos de estos factores inmunológicos que protegen al bebé contra infecciones están presentes en mayores cantidades en el segundo año de vida que en el primero. Esto se debe a que los niños mayores de un año están expuestos a más infecciones. La leche materna contiene factores que ayudan a madurar el sistema inmunológico y a desarrollarse y madurar el cerebro, intestinos y otros órganos.

Se ha demostrado ampliamente en guarderías que los niños que amamantan tienen muchas menos y más leves infecciones que los que no lo hacen. Por lo tanto, la madre pierde menos días de trabajo si continúa amamantando a su bebé cuando ya ha regresado al mismo.

Es interesante que la publicidad de la compañías fabricantes de fórmulas inducen al uso de la fórmula (copia imperfecta del objeto real) durante un año, al mismo tiempo implican que la leche materna (de dónde se copia la replica imperfecta) es valiosa sólo durante 6 meses e incluso menos (“la mejor nutrición para los recién nacidos”). Muchos profesionales de la salud han adoptado este versito.

Escuché que los factores inmunológicos de la leche materna evitan que el bebé desarrolle su propia inmunidad si lo amamanto por más de 6 meses.

Esto es falso, de hecho, absurdo. Es increíble que tanta gente en nuestra sociedad tergiverse los beneficios de la leche materna volviéndolos una desventaja. Inmunizamos a los bebés para que ellos mismos puedan defenderse de una infección real. La leche materna también permite al bebé luchar contra las infecciones. Cuando el bebé lucha contra estas infecciones, se hace inmune. Naturalmente.

Pero yo quiero que mi bebé sea independiente

¿La lactancia hace al niño dependiente? No lo crea. El niño que lacta hasta que él mismo decide terminar (usualmente de los 2 a 4 años) generalmente es más independiente, y tal vez, más importante, más seguro de su independencia. El niño recibe confort, y seguridad desde el seno hasta que él está listo para dar el paso de concluir por sí mismo. Cuando lo hace por sí mismo, sabe que consiguió algo, sabe que avanzó. Esto es un momento muy significante en su vida.

Generalmente empujamos a los niños a independizarse demasiado rápido. Dormir solos muy pronto, separase del seno muy pronto, arreglárselas sin los padres muy pronto, hacer todo muy pronto. No lo empuje, y el niño se independizará al tiempo justo. ¿Cuál es el apuro? Pronto va a irse de su casa. ¿Quiere que lo hagan a los 14?

Por supuesto que la lactancia a veces puede ser utilizada para continuar una relación de sobredependencia. Pero también lo puede ser la comida y el entrenamiento para ir al baño. El problema no es la lactancia. Este es un tema aparte.

¿Qué más?

Posiblemente el aspecto más importante en alimentar a un niño no son los beneficios nutricionales o inmunológicos, sin quitarles su importancia, es la relación tan especial que se establece entre el niño y la madre. La lactancia es una viva confirmación de un acto de amor. Esto continúa cuando el bebé crece. Ninguna persona que alguna vez observó a un niño de 2/4 años amamantar puede testificar que allí no hay algo casi mágico y especial, algo que va más allá de la comida. Un niño que esta mamando puede romper a reír sin motivo aparente. Su deleite en el seno va más allá de la simple fuente de alimento. Y si la madre se permite, la lactancia se transforma en una fuente de deleite también para ella, más allá del placer de brindar alimento. Por supuesto no es siempre genial, pero, ¿qué cosa lo es?

Y si el niño se enferma o se lastima (como realmente sucede cuando conocen a otros niños y aprenden a jugar con otros) que forma más fácil y efectiva para tranquilizar al niño que a través de la lactancia? Recuerdo noches en el departamento de emergencias, llegaban madres con su niños enfermos. Las madres cuyos hijos no tomaban el seno andaban por los pasillos tratando de consolarlos, sin mucho éxito. Mientras que los niños que tomaban el seno estaban confortados, aunque no necesariamente felices. La madre conforta al niño enfermo a través de la lactancia, y el niño conforta a la madre a través de la lactancia

Escrito por Dr. Jack Newman MD, FRCPC
Traducido por Sandra D’Angelo

Fimosis y adherencias

Os pego una serie de enlaces sobre el tema ya que, como ocurre con otros temas como la lactancia, algunos pediatras están muy desinformados y todavia suelen practicar la dichosa técnica del "tirón" que no solo no es necesaria sino tambien contraproducente por que se producen heridas que despues pueden producir adherencias http://mujer.terra.es/muj/articulo/html/mu27179.htm http://www.aeped.es/infofamilia/temas/fimosis.htm http://es.wikipedia.org/wiki/Fimosis

Nuevos percentiles publicados por la OMS

Os dejo el enlace de los percentiles publicados por la OMS. Ojo que a lo mejor no coinciden con los de vuestro pediatra pues estos están hechos con niños de pecho y los antiguos se hicieron con niños de biberon, aunque se supone que ya todos los pediatras deberian manejar las nuevas.

http://www.who.int/childgrowth/standards/curvas_por_indicadores/en/index.html

Carta de los derechos del niño hospitalizado

http://www.unicef.cl/archivos_documento/6/Derechos_ninho_hospitalizado.ppt#27

1) Derecho del niño a que no se le hospitalice sino en el caso de que no pueda recibir los cuidados necesarios en su casa o en un ambulatorio y si se coordinan oportunamente con el fin de que la hospitalización sea lo más breve y rápida posible.

2) Derecho del niño a la hospitalización diurna sin que ello suponga una carga económica adicional a los padres.

3) Derecho a estar acompañado de sus padres o de la persona que los sustituya el máximo de tiempo posible durante su per manencia en el hospital, no como espectadores pasivos sino como elementos activos de la vida hospitalaria, sin que eso comporte costes adicionales; el ejercicio de este derecho no debe perjudicar en modo alguno ni obstaculizar la aplicación de los tratamientos a los que hay que someter al niño.

4) Derecho del niño a recibir una información adaptada a su edad, su desarrollo mental, su estado afectivo y psicológico, con respecto al conjunto del tratamiento médico al que se le somete y a las perspectivas positivas que dicho tratamiento ofrece.

5) Derecho del niño a una recepción y seguimiento indivi duales destinándose en la medida de lo posible los mismos en fermeros y auxiliares para dicha recepción y los cuidados necesarios.

6) El derecho a negarse (por boca de sus padres o de la persona que los sustituya) como sujetos de investigación y a rechazar cualquier cuidado o exámen cuyo propósito primordial sea educativo o informativo y no terapéutico.

7) Derecho de sus padres o de las personas que los sustitu ya a recibir todas las informaciones relativas a la enfermedad y al bienestar del niño, siempre y cuando el derecho funda mental de éste al respecto de su intimidad no se vea afectado por éllo.

8) Derecho de los padres o de la persona qe los sustituya a expresar su conformidad con los tratamientos que se aplican al niño.

9) Derecho de los padres o de la persona que los sustituya a una recepción adecuada y a un seguimiento psicosocial a cargo de personal con formación especializada.

10) Derecho a no ser sometido a experencias farmacológicas o terapeúticas. Sólo los padres o la persona que los sustituya, debidamente advertidos de los riesgos y de las ventajas de es tos tratamientos, tendrán la posibilidad de conceder su auto rización, así como de retirarla.

11) Derecho del niño hospitalizado, cuando esté sometido a experimentación terapeútica, a estar protegido por la Declara ción de Helsinki de la Asamblea Médica Mundial y sus subsiguientes actualizaciones.

12) Derecho a no recibir tratamientos médicos inútiles y a no soportar sufrimientos físicos y morales que puedan evitarse.

13) Derecho (y medios) de contactar con sus padres o con la persona que los sustituya, en momentos de tensión.

14) Derecho a ser tratado con tacto, educación y comprensión y a que se respete su intimidad.

15) Derecho a recibir, durante su permanencia en el hospi tal, los cuidados prodigados por un personal cualificado, que conozca perfectamente las necesidades de cada grupo de edad tanto en el plano físico como en el afectivo.

16) Derecho a ser hospitalizado junto a otros niños, evitan do todo lo posible su hospitalización entre adultos.

17) Derecho a disponer de locales amueblados y equipados de modo que respondan a sus necesidades en materia de cuidados, de educación y de juegos, así como a las normas oficiales de seguridad.

18) Derecho a proseguir su formación escolar durante su per manencia en el hospital, y a beneficiarse de las enseñanzas de los maestros y del material didáctico que las autoridades es colares pongan a su disposición, en particular en el caso de una hospitalización prolongada, con la condición de que dicha actividad no cause perjuicios a su bienestar y/o que no obstaculice los tratamientos que se siguen.

19) Derecho a disponer durante su permanencia en el hospital de juguetes adecuados a su edad, de libros y medios audiovisuales.

20) Derecho a poder recibir estudios en caso de hospitaliza ción parcial (hospitalización diurna) o de convalescencia en su propio domicilio.

21) Derecho a la seguridad de recibir los cuidados que nece sita -incluso en el caso de que fuese necesaria la interven ción de la justicia- si los padres o la persona que los sus tituya se los niega por razones religiosas, de retraso cul tural, de prejuicios o no están en condiciones de dar los pasos oportunos para hacer frente a la urgencia.

22) Derecho del niño a la necesaria ayuda económica y moral, así como psicosocial, para ser sometido a exámenes y/o trata mientos que deban efectuarse necesariamente en el extranjero.

23) Derecho de los padres o de la persona que los sustituya a pedir la aplicación de la presente Carta en el caso de que el niño tenga necesidad de hospitalización o de examen médico en países que no forman parte de la Comunidad Europea.

http://www.xtec.es/hospital_education/edretsinfants.htm

El perro, el gato y la gallina: Fábula de Carlos González

Una divertidisima fábula escrita por el pediatra carlos gonzalez ese toque suyo de ironia que me encanta. ¡ Genial !





Picoteaba un día una gallina
entre unos desperdicios de cocina
cuando le sobrevino un deseo urgente
de alzar la vista al frente
y caminar con paso vacilante
(el cuello para atrás y para adelante)
hacia un montón de paja allí dispuesto.
Cacarea, se sienta, se menea,
pica, repica, suplica, tuerce el gesto,
se levanta, se vuelve, cacarea,
puja, empuja, apretuja y pone un huevo.
Un gato, que de todo fue testigo
(aunque el suceso no era nada nuevo)
reflexiona, lamiéndose el ombligo:
“A las puertas del siglo XXI,
y que aún pongan los huevos de uno en uno!”
No alcanza a comprender su alma felina
que una simple gallina,
no sabiendo de ciencia, ni de oficio,
sin el auxilio de gente preparada,
ni acceso al beneficio
de la moderna técnica avanzada
esté a poner un huevo autorizada.
Se acerca el gato a un perro que dormita
al sol junto al corral
y al oído unas frases le musita
en tono coloquial:
“¿Se ha fijado, colega
en cómo pone la gallina,
ciega al peligro,
sin método ni nada?
Hemos de poner fin a un sufrimiento
que hace de las gallinas instrumento
de la naturaleza desatada.”
“Tiene razón”, responde el aludido,
“que es la puesta una empresa complicada
para hacerla en un nido.
Hay que abrir un centro veterinario,
a modo de huevario,
en el que sea la puesta controlada
y el huevo por expertos atendido.”
Buscar deciden, pues, a la gallina
que a la puesta parezca más cercana,
y resulta ser tal la Serafina.
El gato le pregunta:
“Dime, hermana,
¿no notas de algún huevo la venida?”
“Nada noto” — “¡Es puesta retenida!”
“Hemos de proceder sin dilación.
Estírate para la exploración.”
“¿Me siento así?” —
“¡No, tonta, boca arriba!”
Procede a desplumar el perineo
(¡qué vergüenza!).
“Colega, ya lo veo.
Con una lavativa y una infusión de hormonas adecuada
habremos de inducir ahora la puesta;
y una vez dilatada,
hacer palanca con una cuchara
y recoger el huevo en una cesta.”
(Hubo de dar el gato una tajada,
porque, si no, no entraba la cuchara.)
Ya se extiende la voz:
¡Por fin la ciencia da respuesta
a este problema diario!
Las gallinas, con suma diligencia
acuden al huevario.
Y es fama que de ciento que allí ponen
son las cien boca arriba desplumadas
las noventa tajadas,
las cincuenta inducidas,
cuarenta instrumentadas,
y algo más de treinta salen con un buen corte en la barriga.
Tan sólo una recela:
nuestra amiga que iniciaba esta historia.
Porque es gallina vieja,
que ya ha puesto mucho huevo en la vida,
y todo esto le huele más a esclavitud que a gloria.
¿No ha de tener mi cuento moraleja?
Hela aquí:
Mujer, no seas gallina,
y si lo eres, sé gallina vieja.
Pregunta al que entusiasta te aconseja
métodos tan científicos y nuevos.
“¿Ayudas tú en verdad a la gallina,
o sólo vienes a tocar los huevos?”

Dr. Carlos González

lunes, 6 de abril de 2009

Cómo y cuando quitar el pañal

Carlos Gonzalez ( pediatra ). Extraído de su libro ”Bésame Mucho”



Muchas veces se habla de «aprendizaje del control de esfínteres » y eso deja a los padres vagamente intranquilos.

.Porqué, aparentemente, un aprendizaje requiere una enseñanza. ¿Quién y cómo ha de enseñar al niño a controlar sus esfínteres, sea eso lo que sea? Pues no, aprender a no hacerse pipí encima, lo mismo que aprender a caminar, a sentarse o a hablar, son cosas que no requieren estudio ni enseñanza.

Existen niños de diez años y también adultos que no saben leer o que no tocan el piano porque nadie les enseñó. Los padres tienen que hacer algo (enseñar a su hijo o buscarle un profesor o una escuela) si quieren que aprenda esa y muchas otras cosas. Pero no hay niños de diez años que no sepan caminar, sentarse o hablar, o que se hagan pipí encima (despiertos).

Todos los niños sanos (y buena parte de los enfermos) controlan perfectamente el pipí (de día) y la caca a los cuatro años o bastante antes.

Por lo tanto, la pregunta no es «¿qué tengo que hacer para que mi hijo aprenda a usar el retrete?», pues haga usted lo que haga, tanto si lo hace todo «bien» como si lo hace todo «mal», o incluso aunque no haga nada de nada, su hijo aprenderá. La pregunta es «¿qué puedo hacer para que mi hijo no sufra mientras aprende a usar el retrete?» Y la respuesta es «más vale que no haga nada». O que haga lo menos posible.

Cuando los padres hacen algo, cuando sientan al niño a ciertas horas en el orinal, cuando le obligan a estar sentado hasta que hace algo, cuando le riñen si se lo hace encima, a la larga el niño aprenderá también a ir al retrete, pero será desgraciado en el proceso (y sus padres también). En casos extremos, es probable que ciertas «enseñanzas» desafortunadas pue-dan retrasar el aprendizaje o producir en el niño un rechazo a defecar que se convertirá en estreñimiento.

Pero si no le quitamos nunca el pañal, ¿cómo aprenderá? ¿No seguirá llevando pañal toda la vida? Lo dudo. No conozco a nadie que haya hecho la prueba; pero sospecho que, incluso si los padres no tomasen nunca la iniciativa, todos los niños acabarían por arrancarse el pañal ellos mismos.

Nadie va con pañal por la calle a los quince años. Pero el caso es que los pañales cuestan dinero y cambiarlos cuesta un esfuerzo, y casi todos los padres hacen, antes o después, un esfuerzo para quitar el pañal a sus hijos. En principio, eso no debería traer ningún problema.

El pañal es algo totalmente artificial, un invento relativamente reciente que no busca la comodidad del niño, sino la de sus padres. Los niños no necesitan pañal. Muchos padres le quitan a su hijo el pañal en verano y que sea lo que Dios quiera. Incluso antes del año, cuando saben que es imposible que el bebé controle el pipí y la caca de forma voluntaria. Para hacerlo, por supuesto, es conveniente no tener alfombras ni moquetas en casa, y es necesario estar dispuesto a fregar cualquier rincón en cualquier momento, sin el menor reproche.

Así se ahorra el niño algunas escoceduras por el calor y los padres mucho dinero en pañales. Al final del verano, si (como era de esperar) el niño se lo sigue haciendo todo encima, se le vuelve a poner el pañal y tan contentos. En el primer verano después de los dos años, cuando de verdad hay alguna esperanza de cambio, los padres pueden explicarle al niño lo que se espera de él: «Cuando tengas ganas de hacer pipí o caca, avisa. » Pero, por supuesto, no se harán pesados preguntando cada media hora (basta con que lo expliquen una vez en junio o, como mucho, cada quince días), ni lo sentarán en el orinal cuando no lo ha pedido, ni le reñirán o criticarán ni se burlarán de él por los escapes o por las falsas alarmas, ni mostrarán impaciencia.Puede ser útil preguntarle si prefiere usar el retrete, como papá y mamá, o un orinal (y que elija el que más le gusta) o un adaptador para el retrete.

Mientras no haya un mínimo control, es prudente ponerle el pañal para salir a la calle. Algunos niños logran el control en este verano, otros en el siguiente. Algunos, por supuesto, alcanzan la madurez entre medias y piden que se les quite el pañal en invierno («¿Estás seguro?» «Sí. » «Bueno, vamos a hacer la prueba. ») Quitar el pañal, decíamos, no habría de traer ningún problema, pero a veces lo trae. Incluso sin obligarles, sin reñirles, sin ponerse pesado y sin hacer comentarios ofensivos, algunos niños se niegan a que les quiten el pañal.

Están tan acostumbrados a llevarlo, que no se imaginan la vida sin él. Explíquele a su hijo que no importa que se haga pipí o caca en cualquier sitio, que no se va a enfadar. Pero si a pesar de todo le pide un pañal, póngaselo sin rechistar. Al fin y al cabo, la idea no fue suya; fueron sus padres los que decidieron ponerle pañal cuando nació y no es culpa del pobre chico si se ha acostumbrado.

Es posible que un niño que al año y medio se dejó quitar el pañal, se niegue a los dos años y medio. No insista, no atosigue, simplemente dígale: «Bueno, cuando quieras que te lo quite, avisa», y ya está. Algunos niños están contentos de ir sin pañal, pero se sienten incapaces de usar el orinal. Notan que van a hacer algo, avisan, pero no quieren sentarse en ningún sitio. Quieren el pañal. A veces, durante una temporada, hay que ponerles un pañal cada vez que han de hacer pipí o caca. A algunos, que juegan desnudos en la playa, hay que ponerles un pañal para que hagan pipí. No se asombre, no se queje, no se ría. Póngale el pañal sin discutir, que ya falta bien poco.

Algunos niños, más tímidos, no se atreven a pedir el pañal, pero tampoco a usar el orinal, e intentan retenerse lo más posible. Algunos llegan a sufrir estreñimiento. Si observa que su hijo deja de hacer caca cuando le quitan el pañal, pruebe a ponérselo otra vez (incluso si no lo ha pedido). No es malo volver a usar el pañal después de unos días o meses sin él. No es un paso atrás ni un retroceso, ni le hace ningún daño al niño. A no ser, claro, que él se niegue. Nos vamos ahora al otro extremo, al del niño que no es capaz de controlarse, pero insiste en que le quiten el pañal o en que no se lo vuelvan a poner si se lo habían quitado en verano.Como siempre, es importante hablar con el niño y ser respetuoso. Si sólo hay fallos ocasionales, es mejor hacerle caso. Si el control es nulo, tal vez pueda convencerle de que se lo deje poner. Pero si se niega en redondo, si llora para que no le pongan el pañal, si lo vive como un fracaso o una humillación, es mejor también hacerle caso, tal vez intentar llegar a una solución de compromiso («puedes ir sin pañal por casa, pero si salimos a pasear te lo has de poner»).

A veces hay que renunciar a salir de casa durante unas semanas para no tener un drama, lo que no deja de ser una lata. Por eso es importante no ponerse pesados con el asunto, no lanzar indirectas y puyas, que nadie le vaya diciendo al pobre niño «qué vergüenza, tan mayor y con pañales», «a ver si aprendes a ir al retrete de una vez», «si te lo vuelves a hacer encima, te tendré que poner pañales como a una niña pequeña» y otras lindezas. Nunca hay que hablar así a un niño, ni en este tema ni en otros. Todos los niños normales saben controlarse de día, sin necesidad de enseñarles nada.

Si su hijo se sigue haciendo caca o pipí encima después de los cuatro años (salvo algún accidente muy de tarde en tarde con el pipí), consulte al pediatra. Cuando hay problemas, con frecuencia son de origen psicológico (a veces debido precisamente a intentos de «enseñarles» a usar el orinal por las malas y otras veces, manifestación de otros conflictos o de celos). En algunos casos, la defecación involuntaria (encopresis) es consecuencia del estreñimiento: se forma una bola que irrita la mucosa rectal y produce una falsa diarrea. El niño no lo hace a propósito, y las burlas y castigos no harán más que empeorar el problema. Pero las noches son muy distintas.

Aunque muchos niños pueden dormir secos a los tres años, otros muchos se hacen pipí en la cama (enuresis nocturna) hasta la adolescencia o incluso toda la vida. Durante la Primera Guerra Mundial, el 1 por ciento de los reclutas norteamericanos fue declarado no apto para el servicio por enuresis. La enuresis nocturna casi nunca tiene causa orgánica o psicológica, sino que depende de la maduración neurológica y de las características genéticas (va por familias). Algunos niños consiguen no hacerse pipí en un día especial (por ejemplo, en casa de un amigo), a costa de pasar la noche prácticamente en vela. Por supuesto, no pueden hacerlo muchos días seguidos.

Por desgracia, algunos padres no comprenden el enorme esfuerzo que han hecho y se lo echan en cara («en casa de Pablo bien que espabilaste, pero aquí no te preocupas, claro, como estoy yo para lavar sábanas»). Este tipo de comentarios, además de cruel, es falso.

Hace poco, una madre comentaba en un foro de Internet que su hija de siete años se hacía pis en la cama.

Otra madre le contestaba así:

Yo estuve haciéndome pis hasta los dieciséis años, y peor que me sentía y más acomplejada que nadie… Me tiraba las noches en vela para no mojar la cama, y en cinco minutos que el sueño me rendía, me hacía pis; estaba desde el medio día sin beber nada, era horrible, y seguía haciéndome pis; me levantaba por la noche a lavar mis sábanas para que no se enteraran… No la regañes, no la responsabilices, es una enfermedad, de pronto un día dejé de hacérmelo. Mi hijo mayor se hizo pis hasta los trece años…

Quisiera explicar aquí una anécdota, en homenaje a un gran pediatra japonés, el Dr. Itsuro Yamanouchi, de Okayama. Visité su hospital en 1988, y me fascinó aquel sabio humilde que seguía atendiendo consultas externas de pediatría a pesar de ser director de un gran hospital. Le acompañé una tarde en su consulta, y él me explicaba en inglés lo que ocurría. —Este niño tiene seis años, y se hace pipí en la cama. Le he explicado a la madre que eso es normal, que no hay que hacer nada, y que yo me hice pipí hasta los siete años. —¡Qué casualidad! —respondí en mi inglés vacilante—. Yo también me hice pipí hasta los siete años. El Dr. Yamanouchi se apresuró (para mi sorpresa) a traducir mis palabras, y la madre me miró con más sorpresa aún y se deshizo en reverencias y agradecimientos. Un rato después, otra madre, mientras escuchaba las palabras del médico, me miró también con asombro y me hizo otra reverencia. —Este niño de diez años también se hace pipí en la cama. Le he explicado a la madre que yo me hice pipí hasta los once años, y tú hasta los siete. —Pero… ¿no me dijo usted que también se había hecho hasta los siete? —Bueno —sonrió el Dr. Yamanouchi—, yo siempre les digo un año más

Desarrollo del control miccional

Violeta Alcocer ha puesto este texto en CCC, en el qque explica perfectamente la fisiologia del control de esfinteres

En los lactantes, la micción es espontánea debido a un reflejo medular. Según se distiende la vejiga se van enviando impulsos hacia el centro sacro de la micción y llega un momento en que se activa el reflejo espinal, dando lugar a la contracción del detrusor y simultáneamente se relaja el esfínter muscular estriado’.

A medida que el niño crece, va reduciendo progresivamente su frecuencia miccional y va adquiriendo un patrón miccional.

A los 4 años de edad la mayoría de los niños ya habrán desarrollado un control miccional similar al del adulto y serán continentes las 24 horas del día’.

La micción o vaciado de la vejiga es un acto reflejo regulado por la médula espinal y los nervios simpáticos y parasimpáticos.El estímulo simpático hace que se relaje la vejiga y se contraiga el esfínter. Se cierran los orificios uretrales, se contrae el esfínter interno.

La estimulación parasimpática relaja el esfínter interno, estimula el músculo detrusor y hace que se vacíe la vejiga.Cuando se llena la vejiga, la presión interior que se va formando estimula los receptores de tensión y provoca contracciones reflejas del músculo detrusor y surge la necesidad de la micción.Los lactantes que no han desarrollado aún control voluntario sobre el esfínter uretral externo, orinan de manera automática cada vez que se les llena la vejiga

Aproximadamente, el 75 por ciento de los niños logra controlar la orina a los 3 años y el 90 por ciento a los 5, por lo tanto, el mojarse en la cama por la noche no es una enfermedad en sí, sino una disfunción de las vías urinarias inferiores (vejiga y uretra), llamada Enuresis.

La función normal de la vejiga es la de almacenar orina y expulsarla por la uretra (conducto por donde sale la orina) en forma voluntaria. Esta función la logra por estar formada de músculo, tejidos elásticos y vasos sanguíneos. Estas fibras musculares y tejidos elásticos forman los esfínteres, que se encargan de abrir y cerrar la salida de la orina, para que sea expulsada por la contracción del músculo de la vejiga.

Para la edad de 1 a 2 años hay un aumento en la capacidad de almacenamiento de orina (capacidad vesical) en la vejiga, y de maduración del sistema nervioso. Esto permite al niño adquirir paulatinamente la capacidad de darse cuenta que su vejiga está llena y la necesidad de vaciarla con una micción (acto de orinar), lo que significa que adquiere la capacidad de iniciar y terminar una micción y que es lograda en forma voluntaria, gracias al control de la corteza cerebral.

Los niños enuréticos continúan presentando un patrón de vejiga semejante a las vejigas de niños menores de 2 años, vejigas con poca capacidad para almacenar orina, disminuidas hasta en un 50 por ciento del volumen normal y con contracciones de la vejiga frecuentes y no controladas.

No hay una causa simple que la ocasione, es más frecuente que intervengan factores como disfunción de la vejiga y uretra, retraso en la maduración del sistema nervioso, infecciones urinarias o del tipo de alergias o factores relacionados con las características del sueño (como vemos aquí, nada que sea susceptible de ser entrenado mediante técnicas de modificación de conducta)

Algunos de estos niños también presentan aumento en el número de veces que orinan en el día y de urgencia para orinar (incapacidad de aguantarse un tiempo razonable antes de iniciar la micción). Este comportamiento vesicouretral ha sido relacionado con un retraso en el desarrollo del sistema nervioso, pero se resuelve solo, con el paso del tiempo.

Está demostrado que los factores alérgicos contribuyen a disminuir la capacidad vesical e incrementar la frecuencia de contracciones de la vejiga, por lo tanto es posible que faciliten la aparición de la incontinencia de orina durante el sueño.

Existen datos de que estos niños tienen un patrón diferente para el despertar, el cual se ha explicado como un estado de confusión al despertar, lo que favorece que la vejiga, con las características ya mencionadas, se contraiga en este momento y se presente la salida de orina involuntaria durante el sueño.

Con base en estos datos de alteraciones funcionales vesicouretrales, los factores psicológicos como causa de la enuresis son poco probables.

Entender que esta forma de incontinencia nocturna es involuntaria; que no es anormal que el control nocturno de la micción no se obtenga antes de los 4 a 5 años; que es un problema de "maduración" del sistema nervioso y desarrollo de la función vesicouretral; que las lesiones o malformaciones de vejiga y uretra en estos niños son muy esporádicas; que en la maduración del control de la orina en la noche puede ser influido en sentido negativo por muchos factores, como el ambiente familiar, social o de aprendizaje y retrasar el momento del control urinario nocturno; que es muy importante que los mismos padres observen si hay anormalidades en lo relacionado con el vaciamiento de la vejiga: frecuencia de micciones, si el niño tiene molestias antes, durante y después de orinar; que investiguen si hay otros miembros cercanos en la familia que se hayan mojado después de los 5 años en la cama; que ante la duda de si es sólo trastorno de maduración sea examinado por un pediatra con amplia experiencia en trastornos de la micción para asegurarse de que no haya infección y mediante una buena evaluación de los síntomas y del patrón de la micción pueda evaluar la necesidad o no de hacer estudios más detallados de las vías urinarias y de la micción; que existen diferentes formas de tratamiento y principalmente el de orientación hacia los padres, para aseguren al niños que no se trata de una enfermedad ni de un problema psicológico o de conducta."

sábado, 4 de abril de 2009

Por qué los niños se despiertan por la noche

Por Carlos Gonzalez

La mayoría de los insectos, reptiles y peces tienen cientos de hijos, con la esperanza de que alguno sobreviva. Las aves y mamíferos, en cambio, suelen tener pocos hijos, pero los cuidan para que sobrevivan la mayoría. Los mamíferos, por definición, necesitan mamar, y por lo tanto ningún recién nacido puede sobrevivir sin su madre. Pero, según la especie, también necesitan a su madre para muchas otras cosas.

En algunas especies, el recién nacido es capaz de caminar en pocos minutos y seguir a su madre (¿quien no recuerda aquella escena encantadora en Bambi?). Eso ocurre sobre todo en los grandes hervíboros, como ovejas, vacas o ciervos. Estos animales viven en grupos que devoran rápidamente la hierba de una zona, y tienen que desplazarse cada día a un nuevo prado. Es necesario que la cría pueda seguir a su madre en estos desplazamientos.

Los pequeños hervíboros, como los conejos, pueden esconder a sus crías en una madriguera, salir a comer y volver varias veces al día para darles el pecho. Sus crías no caminan nada más nacer, sino que son indefensas durante los primeros días.

Lo mismo ocurre con la mayoría de los carnívoros, como los gatos, perros o leones. La madre sale a cazar dejando a sus indefensas crías escondidas. Las crías no nacen sabiendo, sino que aprenden, y esto es importante, porque les permite una mayor flexibilidad. Una conducta innata es siempre igual, una conducta aprendida puede adaptarse mejor a las condiciones del entorno, y perfeccionarse con la práctica. La primera vez que un ciervo ve a un lobo, debe salir corriendo. Si no lo hace bien, morirá, y por lo tanto no podrá aprender a hacerlo mejor. Por eso es lógico que los ciervos sepan correr en cuanto nacen. Los lobos sí que pueden aprender: la primera vez el ciervo se les escapa, pero con la práctica consiguen atraparlo. Los juegos de su infancia constituyen un aprendizaje para su vida adulta.

Los primates (los monos) parece ser que descendemos de animales que caminaban nada más nacer. Pero, al vivir en los árboles, tuvimos que hacer cambios. Bambi resbala varias veces antes de ponerse en pie; y eso no tiene importancia en el suelo. Pero, subido en una rama, un resbalón puede ser fatal. De modo que los monitos van todo el día colgados de su madre, hasta que son capaces de ir solos perfectamente, sin el menor error.

Pero es el monito el que se cuelga, activamente, de su madre, agarrándose con fuerza a su pelo con manos y pies, y al pezón con su boca (cinco puntos de anclaje). La madre puede correr de rama en rama, sin preocuparse de sujetar al niño.

¿Se atrevería usted a ir de rama en rama, o simplemente caminando por la calle, con su bebé a cuestas pero sin sujetarlo, ni con los brazos ni con ningún paño o correa? Claro que no. Para que un niño sea capaz de colgarse de su madre y sujetarse solo durante largo rato, probablemente debería tener al menos dos años. Ya nuestros primos más cercanos, los chimpancés, son incapaces de sujetarse solos al principio, y su madre tiene que abrazarlos, pero sólo durante las dos primeras semanas. La diferencia con nuestros hijos es abismal. Y para caminar (no para dar cuatro pasos a nuestro alrededor, como hacen al año, sino caminar de verdad, para seguirnos cuando vamos de compras, sin llorar y sin que tengamos que girar la cabeza cada segundo a ver si vienen o no), nuestros hijos tardan al menos tres o cuatro años.

Hasta los 12 o 14 años, es prácticamente imposible que los niños sobrevivan solos; y en la práctica, procuramos no dejarles solos hasta los 18 o 28 años. Los seres humanos son los mamíferos que durante más tiempo necesitan a sus padres, y dejan muy atrás al segundo clasificado.

Probablemente, esto se debe en parte a nuestra gran inteligencia. Como decíamos de los lobos, la conducta debe ser aprendida para ser inteligente, pues la conducta innata es puramente automática. Nuestros hijos tienen que aprender más que ningún otro mamífero, y por lo tanto tienen que nacer sabiendo menos.

¿Y qué tiene todo esto que ver con que los niños se despierten? Ya llega, ya llega. Ahora mismo veremos que tiene que ver todo lo anterior con la conducta de su propio hijo.

Empezábamos diciendo que hay crías que necesitan estar todo el rato con su madre, encima de ella o siguiéndola a poca distancia, y otras que se quedan escondidas, en un nido o madriguera, esperando a que su madre vuelva. Para saber a qué tipo pertenece un animal, basta con observar cómo se comporta una cría cuando su madre se va. Los que tienen que estar siempre juntos se ponen inmediatamente a llorar, y lloran y lloran (o hacen el ruido equivalente en su especie) hasta que su madre vuelve. Una cría de ganso, por ejemplo, aunque tenga agua y comida cerca, no come ni bebe, sino que sólo llora hasta que sus padres vuelven, o hasta la muerte. Sin sus padres, de todos modos no tardaría en morir, por lo que debe agotar toda su energía en llorar para que vuelvan. Y debe empezar a llorar inmediatamente, en cuanto se separa, porque cuanto más tarde en hacerlo más lejos estará, y por tanto más difícil será que le oiga. En cambio, un conejito o un gatito, cuando su madre se va, permanecen muy quietos y callados. Esa separación es normal en su especie, y si se pusieran a llorar podrían atraer a otros animales, lo que siempre es peligroso. ¿Cómo reacciona su hijo cuando usted le deja en la cuna y se aleja? Si, como hacían los míos, "se pone a llorar como si le matasen", quiere decir que, en nuestra especie, lo normal es que los niños estén continuamente, las 24 horas, en contacto con su madre.

Y no es difícil imaginar que hace 50.000 años, cuando no teníamos casas, ni ropa, ni muebles, separarse de su madre significaba la muerte. ¿Se imagina a un bebé desnudo en el campo, al aire libre, expuesto al sol, a la lluvia, al viento y a las alimañas, sólo durante ocho horas, mientras su madre "trabaja" recogiendo frutas y raíces? Ni siquiera una hora podría sobrevivir en esas circunstancias. En tiempos de nuestros antepasados, los bebés estaban las 24 horas en brazos, y sólo se separaban de su madre para estar unos momentos en brazos de su padre, su abuela o sus hermanos. Y cuando empezaban a caminar lo hacían alrededor de su madre, y tanto la madre como el niño se miraban continuamente, y se avisaban mutuamente cuando veían que el otro se despistaba.

Hoy en día, cuando usted deja a su hijo en la cuna, sabe que no corre ningún peligro. no pasará frío, ni calor, ni se mojará, ni se lo comerá un lobo. Sabe que usted está a pocos metros, y le oirá si pasa algo y vendrá en seguida (o, si usted ha salido de casa, sabe que otra persona ha quedado de guardia, escuchando a pocos metros). Pero su hijo no sabe todo eso. Nuestros niños, cuando nacen, son exactamente iguales a los que nacían hace 50.000 años. Por si acaso, a la más mínima separación, lloran como si usted se hubiera ido para siempre. Más adelante, cuando empiece a comprender dónde está usted, cuándo volverá y quién le cuida mientras tanto, empezará a tolerar las separaciones con más tranquilidad. Pero aún faltan unos años.

Casi toda la conducta del bebé, que aún no ha aprendido nada, es instintiva, idéntica a la de nuestros remotos antepasados. Y la conducta instintiva de la madre también tiende a aparecer, aquí y allá, despuntando entre nuestras gruesas capas de cultura y educación. Por eso, cuando vaya al parque con su hijo de tres años, ambos se comportarán de forma muy similar a sus antepasados. Usted mirará casi todo el rato a su hijo, y le avisará cuando se despiste ("ven aquí" "no vayas tan lejos"). Su hijo también le mirará con frecuencia, y si la ve despistada o hablando con otras personas se pondrá nervioso, incluso se enfadará, e intentará llamar su atención ("mira, Mamá, mira" "mira qué hago" "mira qué he encontrado"...)

Llegamos a la noche. Es un periodo particularmente delicado, porque si el niño duerme ocho horas, y la madre se ha ido durante este tiempo, cuando despierte puede estar a siete horas de marcha, y por más que llore no la oirá. Hay que montar la guardia. Durante las primeras semanas, nuestros hijos están tan completamente indefensos que es su madre la que debe encargarse de mantener el contacto. En aquellas raras culturas (como la nuestra) en que madre e hijo no duermen juntos, la separación hace que la madre esté muy intranquila, y sienta la necesidad imperiosa de ir a ver a su hijo cada cierto tiempo. ¿Qué madre no se ha acercado a la cuna "para ver si respira"? Claro que sabe que está respirando, claro que sabe que no le pasa nada, claro que sabe que su marido se reirá de ella por haber ido... pero no puede evitarlo, tiene que ir.

A medida que el niño crece, se va haciendo más independiente. Eso no significa que pase más tiempo solo, o que haga las cosas sin ayuda, porque el ser humano es un animal social, y no es normal que esté solo. Para un ser humano, la soledad no es independencia, sino abandono. La independencia consiste en ser capaces de vivir en comunidad, expresando nuestras necesidades para conseguir la ayuda de otros, y ofreciendo nuestra ayuda para satisfacer las necesidades de los demás. Ahora ya no hace falta que usted vaya a comprobar si su hijo respira o no; ¡él se lo dirá! Como se está haciendo independiente, será él quien monte guardia. Se despertará más o menos cada hora y media o dos horas, y buscará a su madre. Si su madre está al lado, la olerá, la tocará, sentirá su calor, tal vez mame un poco, y se volverá a dormir en seguida. Si su madre no está, se pondrá a llorar hasta que venga. Si Mamá viene en seguida, se calmará rápidamente. Si tarda en venir, costará mucho tranquilizarle; intentará mantenerse despierto, como medida de seguridad, no sea que Mamá se vuelva a perder.

Es aquí donde la vida real no coincide con los libros, porque a las madres les han dicho que, a medida que su hijo crezca, cada vez dormirá más horas seguidas. Y muchas se encuentran con la sorpresa de que es todo lo contrario. No es "insomnio infantil", no son "malos hábitos", simplemente es una conducta normal de los niños durante los primeros años. Una conducta que desaparecerá por sí sola, no con "educación" ni "entrenamiento", sino porque el niño se hará mayor y dejará de necesitar la presencia continua de su madre.

Si cada vez que su hijo llora usted acude, le está alentando a ser independiente, es decir, a expresar sus necesidades a otras personas y a considerar que "lo normal" es que le atiendan. Eso le ayudará a ser un adulto seguro de sí mismo e integrado en la sociedad.

Si cuando su hijo llora usted le deja llorar, le está enseñando que sus necesidades no son realmente importantes, y que otras personas "más sabias y poderosas" que él pueden decidir mejor que él mismo lo que le conviene y lo que no. Se hace más dependiente, porque depende de los caprichos de los demás y no se cree lo suficientemente importante para merecer que le hagan caso.

Una infancia feliz en un tesoro que dura para siempre, que nadie podrá jamás arrebatarte. La infancia de su hijo está ahora en sus manos.

Carlos GonzálezAutor de "Mi niño no me come" , "Bésame mucho" y " Un Regalo para toda la vida "

. Ed. Temas de Hoy
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