martes, 31 de marzo de 2009

Rosa Jové: Reflexiones sobre el Método estivill

Rosa Jové, psicóloga clínica y psicopediatra, expone en este artículo sus reflexiones y opiniones sobre el conocido Método Estivill para enseñar a dormir a los niños.

Reflexiones
No estoy en contra del método. Simplemente quiero lo mismo que se les pide a otros métodos o fármacos; es decir, que alguien me demuestre que no son perjudiciales para la salud.

De momento no hay ningún estudio que demuestre que a los niños que se les ha aplicado este método no tengan secuelas psicológicas de mayores. En cambio hay estudios científicos importantes (Spitz, Harlow, Bolwby, Mckenna,....) sobre lo perjudicial que es dejar llorar a los niños, no consolarlos, dejarlos solos etc...

El día que me demuestren que no es perjudicial para la salud quizás lo recomiende, mientras tanto......no.

No estoy en contra del método. Simplemente quiero que me demuestren lo que dicen.

No hay en todo el libro de Estivill una nota bibliográfica de ningún estudio y de ningún autor que avalen sus palabras. Me enseñaron en la universidad que todo trabajo científico debe ir acompañado de estudios y citas que avalen lo que uno dice; en caso contrario, no es ciencia, sino periodismo. Por cierto.....¿por qué un hombre de “ciencia”, como Estivill, elige a una periodista, como Silvia de Béjar, para escribir su libro?

El día que me demuestren lo que dicen quizás lo recomiende, mientras tanto....no.

No estoy en contra del método. Simplemente quiero que me demuestren que sirve para solucionar los problemas del sueño.

Estivill dice en el prólogo de su libro que funciona en el 96% de los casos (sin citar ningún estudio que avale sus palabras, ¡claro!). En cambio en el capítulo VI cita que hay problemas que no tiene solución como las pesadillas (45% de niños), el sonambulismo (15%), etc... A ver, repasemos matemáticas. Si del 100% de niños con problemas de sueño (donde se supone que incluye a los de las pesadillas) el 96% se “curan” con el método, pero el 45% del 100% no pueden ser curados...... hay algo en esta suma que me falla. O me sobran niños o me faltan curaciones.

¿Qué pasa? Pues que Estivill no tiene la solución para los verdaderos problemas del sueño. Solo trata esos casos leves de niños que tienen necesidad de sus padres para dormir (cosa que se cura sola con el tiempo). Lo único que les “enseña” a los niños con su método es a darse cuenta de que nadie les hará caso y, por lo tanto, a la larga aprenden a no quejarse más. Muchos ni siquiera se duermen enseguida, sino que se quedan quietos en silencio.

El día que me demuestren que sirve para solucionar los problemas del sueño quizás lo recomiende, mientras tanto....no.

No estoy en contra del método. Simplemente creo, como hacemos la mayoría de profesionales de la salud, que ante un diagnóstico es de elección el tratamiento menos agresivo para la persona.

Ante un niño que todavía necesita dormir en compañía o que le duerman, hay muchas cosas que funcionan, entre ellas el mecerlos, el dormir acompañados o el dejar pasar el tiempo. La mayoría de problemas se resuelven solos, y ¡total! si el método es tan bueno, funcionará igual a los pocos meses que a los 3 años (época en la que se suelen solucionar gran parte de los problemas). ¿Por qué empezar con el que hará sufrir más a nuestro hijo?

El día que me demuestren que es el único método que funciona en estos casos (o el menos agresivo) quizás lo recomiende, mientras tanto......no.

No estoy en contra del método. Simplemente me pregunto ¿qué método?

Desde Valman hasta Estivill conozco varios autores que se han adjudicado la autoría del método en los últimos 30 años. El que mejor lo ha desarrollado es Ferber (de hecho, menos en España, en todo el mundo a nuestro supuesto método Estivill, le llaman método Ferber). Si tiene la oportunidad de ojear su libro “Solucione los Problemas de Sueño de su Hijo” (Ed. Medici), en la página 91 verá publicado el método “Estivill” 5 años antes de que el primer “Duermete niño” apareciera en el mercado.

¡Ah! ¡Por eso lo escribió una periodista! Estivill simplemente hizo de intermediario: cogió las ideas de Ferber y se las dio a Silvia de Béjar.

El día que me demuestren que el método Estivill no es una estafa quizás lo recomiende, mientras tanto......no.

No estoy en contra del método. Simplemente tengo una lista con 10 o 15 preguntas más que me quedan sin contestar.

Soy persona de ciencia (o lo intento) y necesito respuestas antes de hacer llorar a mi hijo.

El día que me den todas las respuestas que necesito quizás lo recomiende, mientras tanto..... intente no creer todo lo que la publicidad dice. Busque, investigue y pregúntese. Sus hijos lo merecen.

Fuente http://crianzanatural.com/art/art67.html

Las Rabietas: Quiereme cuando menos me lo merezca porque será cuando más lo necesite

¿Qué es una rabieta?

Cuando nacemos, el principal plan que tiene la naturaleza con nosotros es que podamos sobrevivir. Para ello nos “apega” con las personas que nos cuidan, ya que está comprobado que teniendo a un cuidador cerca vivimos más (recordad que somos una especie muy incompletita cuando nacemos). Por eso es tan importante que los bebés nos reclamen cuando no estamos cerca y por ello es tan importante que nosotros intentemos satisfacer sus necesidades más importantes (alimento, sueño, higiene, contacto…). Solo así se crea un apego seguro entre el niño y sus padres: el niño se da cuenta que tiene personas que le quieren y que le van a cuidar pase lo que pase, y por eso será un niño feliz.

Es importante durante los primeros años de la vida de un niño dejarle bien clarito que “siempre” estaremos con él, que “siempre” le querremos y le cuidaremos, aunque a veces no nos guste “exactamente” lo que hace. Eso es la base de una personalidad segura, independiente y con una autoestima capaz de soportar altibajos y adversidades.

Alrededor de los dos años (puede variar según el niño) la supervivencia del niño está ya más garantizada (se desplaza solo, puede comer casi de todo y con sus propias manos, es autónomo en sus actos más vitales ….) y la naturaleza (¡que sabia que es!) tiene otro plan para nosotros: si al principio era “apegarnos” para sobrevivir, ahora nos prepara para la independencia (pensad que sin independencia no crearíamos una familia propia, y eso es básico para el plan reproductor de la naturaleza). La independencia y autonomía es un largo camino que se va adquiriendo con la edad y a estas edades empezamos de una forma muy rudimentaria.

¿Cómo hace el niño para manifestar su independencia? Pues dada su edad es una estrategia muy simple: consiste solamente en negar al otro. Su palabra más utilizada es el “no” y es fácil de entender porque, negando al otro, empieza a expresar lo que él “no es” porque aún no sabe realmente lo que “es”. Intento explicarme mejor: ¿Cómo sé yo (niño) que soy otro y puedo hacer cosas diferentes a mis padres? ¡Pues llevándoles la contraria!. Puede que aún no tenga claro lo que voy a ser pero así sé lo que no soy: yo no soy mis padres, por lo tanto ¡soy otro!.

El único problema para los niños es que les conlleva un conflicto emocional importante porque como los padres no entienden lo que pasa y normalmente se enfadan con ellos, los niños notan que se están enfrentando a los seres que más quieren y eso les provoca una ambivalencia de sentimientos. Eso, nada más y nada menos, son las famosas rabietas: una lucha interior entre lo que debo hacer por naturaleza y una incomprensión de mis padres hacia tales actos que me provocan unos sentimientos ambivalentes y negativos.

Esa ofuscación entre querer una cosa, no entender lo que pasa y el rechazo paterno, es la fuente de la mayoría de las rabietas. Por eso lo mejor es dejarle claro que haga lo que haga siempre le queremos y le comprendemos, aunque a veces no estemos de acuerdo.

Muchos padres viven esta etapa con mucha ansiedad porque piensan que es una forma que tienen sus hijos de rebeldía, tomarles el pelo y desobediencia. Nada más lejos. En estas conductas del niño no hay ningún sentido de “ponernos a prueba” ni hay ningún juego de poder entre medio (bueno a veces los padres sí que se lo toman como tal, pero el niño nunca pretende “desafiar” al adulto, solo hacer cosas diferentes a sus padres). Si el niño lleva la contraria a sus padres es para comunicarles algo muy importante: “¿lo ves?, me hago mayor. ¡Yo no soy tú!. Puedo querer, desear y hacer cosas que tú no quieres”.

¿Qué hacemos ante una rabieta?

La mejor manera de superar las rabietas la resumo en cinco puntos:

1. Comprendiendo que el niño no pretende tomarnos el pelo.Esta simple convicción hará que seamos más flexibles con ellos ( y por lo tanto se evitan muchos conflictos). Solamente pretende mostrarnos su identidad diferenciada.

2. Dejando que pueda hacer aquello que quiere.“¿Y si es peligroso o nocivo?, me preguntaréis. Evidentemente lo primero es salvaguardar la vida humana, pero los niños raramente piden cosas nocivas. ¿Saben lo más peligroso que me pidieron mis hijos cuando eran pequeños? ¡ir sin atar en la sillita del coche!. Evidentemente les dije que no, y no arrancamos hasta que estuvieron convencidos, pero no me han pedido nunca nada tan peligroso. Bueno, una vez mi hijo mayor cogió una pequeña rabieta porque quería un cuchillo “jamonero”, pero la culpa era más mía por dejar a su vista (y alcance) un cuchillo de tales dimensiones, que él por pedirlo. ¿no? El hecho de que quieran llevar una ropa diferente a la que nosotros queremos puede que atente contra el buen gusto, pero raramente atentará contra la vida humana. Lo mismo pasa con alguna golosina o con otras cosas. Si usted es un padre que vigila que el entorno de su hijo sea seguro, es difícil que pueda pedir o tocar algo nocivo para él. El hecho de el niño pueda experimentar el resultado de sus acciones sin notar el rechazo paterno hará que no se sienta mal ni ambivalente (y, de paso, evitamos la rabieta).

3. Evitando tentaciones.Los comerciantes saben perfectamente que los niños piden cosas que les gustan (por eso en los grandes supermercados suelen poner chucherías en las líneas de caja) ¿Acaso pensaba que el suyo es el único niño que montaba en cólera por una chuchería?. Si su hijo es de los que pide juguetes cuando los ve expuestos o chucherías si las tiene delante ¿qué espera?. Intente evitar esos momentos (no se lo lleve de compras a una juguetería o intente buscar una caja donde hacer cola que no tenga expositor de juguetes ni dulces) o pacte con él una solución (“Cariño vamos al súper. Mamá no puede estar comprando cada día chuches porque no son buenas para tu barriguita, así que solo elegiremos una cosita”). Si los mayores nos rendimos muchas veces a una tentación (el que esté libre de pecado que tire la primera piedra), ¿por qué pensamos que un niño puede contenerse más que nosotros?.

4. No juzgar a nuestros hijos.Podemos expresar nuestra disconformidad, pero no atacamos la personalidad del niño o valoramos negativamente su conducta. Es decir, mi hijo no es más bueno o malo porque ha hecho una cosa bien o no. Mi hijo siempre es bueno, aunque a veces yo no le entienda o no me guste lo que ha hecho. En este sentido vean este diálogo:
Mamá: Cariño ha venido tía Marta. Ve a darle un beso. Niño: No quiero. Mamá: ¿Cómo que no quieres? Esto está mal. ¡Eres un niño malo!: Tía Marta te quiere mucho y tú no la quieres. Mamá no te querrá tampoco.
A partir de aquí puede haber dos opciones o el niño monta un pataleta del tipo: ¡eres tonta y tía Marta también! y ya la tenemos liada. O bien, ante la idea de perder el amor de su madre, va y le da un beso a tía Marta, a lo que su madre responde: “¡Que bien! Así me gusta ¡Qué bueno eres!” con lo que el niño aprende que es bueno cuando no se porta como él siente y que solo obra bien cuando hace lo único que quiere su madre. Es decir, se nos quiere cuando disfrazamos nuestros sentimientos.
Ninguna de las dos soluciones es correcta, porque en ningún momento hemos evitado atacar la personalidad del niño (eres malo) y hemos valorado su conducta (esto esta mal o esto está bien). Si en lugar de ello hubiéramos entendido sus emociones, a pesar de mostrar nuestra disconformidad, el resultado podría haber sido:
Mamá: cariño ha venido tía Marta. Ve a darle un beso. Niño: No quiero. Mamá: Vaya, parece que no te apetece dar un beso a la tía marta. (reconocemos sus sentimientos). Niño: Sí. Mamá: Cuando las personas van de visita a casa de otra se les da un beso de bienvenida, aunque en ese momento no se tengan muchas ganas ¿lo sabías? Niño: No. (Y si dice que sí, es lo mismo). Mamá: ¿vamos pues a darle un beso de bienvenida a tía Marta?
Normalmente a estas alturas el niño (que ha visto que le han entendido y que no le han valorado negativamente) suele contestar que sí. En el hipotético caso de que siga con su negativa podemos mostrar nuestra disconformidad:
Mamá: El hecho de que no se lo des me disgusta, porque en esta casa intentamos que la gente se sienta bien. ¿Qué podemos hacer para que tía Marta se sienta bien sin tu beso? (a lo mejor tía Marta es una barbuda de mucho cuidado y a su hijo no le apetece darle un beso, pero eso no implica que quiera que se sienta ofendida). Niño: le diré hola y le tiro un beso. Mamá: Me parece que has encontrado una solución que nos va a gustar a todos. ¡Vamos!

5. Las rabietas se pasan con la edad.Llega un día en que el niño adquiere un lenguaje que le permite explicarse mejor que a través del llanto y las pataletas. También llega un día en que sabe lo que “es” y “quiere” y lo pide sin llevar la contraria a nadie. Llega un momento en que, si no hemos impedido sus manifestaciones autónomas y de autoafirmación, tenemos un hijo autónomo, que sabe pedir adecuadamente lo que quiere porque ha aprendido que nunca le hace falta pedirlo mal si su petición es razonable.

¿Cómo hacer que llegue antes este momento en que finalizan las rabietas?

Por una parte, hemos de procurar que en la etapa anterior (la del apego que explicábamos al principio) el niño esté correctamente apegado, ya que un niño inseguro tardará más en pasar esta etapa de independencia. Así que si quiere que su hijo sea autónomo, mímele todo lo que pueda cuando sea pequeño. Para adquirir la independencia se necesita seguridad y la seguridad se adquiere con un buen apego.

Una vez haya llegado a la etapa de las rabietas, hemos de intentar que se solucionen cuanto antes. Nada de esto se dará si coartamos su deseo de separarse de nosotros, ya que lo único que se obtiene “intentando” que no se salga con la suya es un niño sumiso o rebelde (depende del tipo y grado de disciplina o autoridad empleada). Normalmente si les “ignoramos” suelen volverse más sumisos y dependientes, aunque lo que vemos es un niño que se doblega y “parece” que mejore en sus rabietas. Pero la causa que provoca esa rabieta sigue en él y se manifestará de otra forma (ahora o en la adolescencia).

Sé que es difícil acordarse de todo ante una rabieta infantil. Sé que es difícil razonar cuando estamos a punto de perder la razón. Sé que es difícil y, por eso, ante la duda de no saber como actuar, intente querer a su hijo al máximo porque él lo estará necesitando, ya que las rabietas también hacen sentirse mal a los niños.

“Quiéreme cuando menos me lo merezca porque será cuando más lo necesite” o lo que es lo mismo: “intenta ponerte en mi lugar porque yo también lo estoy pasando mal”

lunes, 30 de marzo de 2009

El Sueño Infantil

Este es el resumen que preparé para usar en las charlas sobre el sueño infantil que doy periodicamente en los grupos de crianza. Está extraído del libro " Dormir sin Lágrimas" de Rosa Jové

La mayoría de los padres piensan que sus hijos tienen problemas de sueño porque tienen despertares frecuentes o no duermen cuando ellos creen que deberían hacerlo. Pero en realidad tales problemas no existen, el sueño es un proceso evolutivo que se adapta a las necesidades de cada etapa de la vida, como veremos más adelante. Cada niño tiene su horario y no hay que compararlo con otros niños, el problema está en las falsas expectativas que se crean los padres y en que normalmente hay una falta de sincronía entre le horario laboral o social de los padres y el horario de sueño del niño.

Fases del sueño

Fase 1 : Cuando empezamos a dormir, es un sueño muy ligero, tanto que si en ese momento nos hablan contestamos e incluso diremos que no estábamos durmiendo.

Fase 2: El sueño es algo más profundo. Si nos hablan probablemente no atendamos a la primera.

Fases 3 y 4: " Sueño profundo ". La mente está profundamente dormida, para despertarnos hace falta un ruido fuerte, un codazo.... . En esta fase es cuando se descansa de las actividades diarias. El sueño profundo suele darse en las primeras horas de la noche por si acaso dormimos pocas horas que al menos estemos descansados. Los niños tienen más sueño profundo porque suelen ser más activos. Los ancianos no tienen por que tienen poca actividad y normalmente presentan problemas cardiacos y el no tener sueño profundo es un mecanismo de supervivencia.

Fase REM: Es la fase en que soñamos. El cuerpo está relajado pero la mente está muy activa. Normalmente no recordamos los sueños a no ser que estemos a punto de despertar. Esta fase sirve para reorganizar los aprendizajes del día y las emociones, por eso los niños pequeños tienen mucha fase REM, mientras que los ancianos tienen muy poca.

Entre estas fases todos tenemos múltiples despertares ya que esto es crucial para la supervivencia ( Genéticamente somos iguales que nuestros antepasados prehistóricos que vivían en cuevas y para ellos era extremadamente peligroso el estar “desconectados “ muchas horas seguidas ya que siempre había depredadores y otros peligros al acecho). Normalmente los adultos no nos damos cuenta de estos despertares pero los niños se quedan despiertos por que se sienten inseguros, no saben que esto es normal y tienen miedo, necesitan que les tranquilicemos y les ayudemos a dormirse de nuevo.

Evolución del sueño infantil

Sueño del bebé de 0 a 3 meses

*Tienen solo fase REM ( en mucho mayor % que el adulto ) y un sueño intermedio entre las fases 2 y 3. Esto es así porque en la fase REM es en la que se integran los aprendizajes y las emociones y los bebes están aprendiendo continuamente .
*No diferencian el día de la noche porque sus sueño no se diferencia casi del sueño que tenia en el vientre materno. Aun no ha adquirido todas las fases del sueño del adulto
*El sueño se reparte en varias veces a lo largo del día y de la noche. Esto es así por varios motivos:
-Necesitan comer frecuentemente ya que crecen muy rápido y así evitan hipoglucemias. Además necesitan mamar muchas horas al día no solo para alimentarse sino tb para relajarse , relacionarse con el entorno y conocer sensaciones
-Tienen que mantener la alerta de un cuidador ya que no se diferencian tanto de los bebes de hace miles de años que sobrevivían más si sabían mantener alerta a sus padres
-Nacen muy inmaduros e incapaces de valerse por si mismos por lo que necesitan atención constante para sobrevivir

Bebés de 4 a 7 meses

Ya diferencian el día de la noche y, aunque cada niño tiene su ritmo, suelen hacer un par de siestas por el día y dormir un poco más de noche.
Duermen unas 10-15 horas diarias
Van adquiriendo las fases de sueño del adulto por lo que ya pueden hacer ciclos más largos que los bebés de 0 a 3 meses que solo tenían 2 fases.
Ya no necesitan mantener la alerta constante de sus padres, solo se mantendrán alerta cuando se sientan solos o entre extraños

Bebes de 8 meses a 2 años

Esta es una etapa de grandes cambios ya que se empieza a introducir la AC, empiezan a desplazarse y a relacionarse con el entorno, empiezan a salir los dientes, sufren las llamadas crisis de angustia de separación, en torno a los 2 años empieza el control de esfínteres. . Por eso su sueño se dice que es temido e inquieto:
Temido: Por que se dan cuenta de que hay un periodo de tiempo en el que se separan de sus padres y no controlan qué pasa. Por eso intentan retrasar el momento de irse a dormir o se suelen quedar dormidos haciendo actividades que les distraigan de esa idea como ver la tele, jugando. Necesitan que les acompañemos, que les relajemos antes de irse a dormir, cantándoles, acunándoles..
Inquieto: están más nerviosos debido a todos los cambios que hemos mencionado antes y además solemos regañarles más en esta época. Por eso el sueño Rem es más inquieto ya que aquí se asimilan los aprendizajes pero también pueden provocar pesadillas y otros trastornos.

De 3 a 6 años

Normalmente a estas edades se suelen eliminar espontáneamente la siestas, ya que tienen más actividad diurna. Necesitan menos horas de sueño pero duermen más horas por la noche. Duermen unas 10-12 h diarias Siguen necesitando sentirse acompañados. En esta etapa el sueño es ya bastante parecido al de los adultos.

Como veis el sueño va evolucionando a lo largo de la vida y en cada momento se adapta a nuestras necesidades. Por eso el sueño de un bebé es distinto al de un adulto y el de este distinto al de un anciano. Nacemos sabiendo dormir y no necesitamos que nos enseñen ya que el sueño es algo natural y fisiológico y todo niño sano dormirá “ correctamente “ algún día.

Métodos de Adiestramiento:

Aunque en España el más conocido es el llamado “ Método Estivill” explicado en su libro “ Duérmete niño”, a lo largo de los últimos 50 años diversos autores se han atribuido la invención de´métodos para enseñar a dormir a los niños, dejándolos llorar según una tabla de tiempos.

¿ Cómo funcionan estos métodos ?

En primer lugar sembrando el pánico entre los padres. Se les crean falsas expectativas en cuanto a los horarios de sueño de sus hijos y se hace de lo normal un problema. Se hace creer a los padres que sus hijos tienen un problema que si no se soluciona les acarreará graves trastornos en el futuro.

¿ Qué ocurre cuando se aplican estos métodos ?

Cuando dejamos a un niño solo en su habitación, sobre todo si es un bebé, se asusta, sus padres no están cerca y no sabe qué va a pasar. Ante esta situación de stress el cerebro responde liberando las hormonas del stress por excelencia que son la adrenalina y el cortisol. Estas hormonas impactan sobre áreas del cerebro que rigen las emociones a lo largo de nuestra vida y el lenguaje. Como consecuencia los niños que no son atendidos lloran hasta que estas áreas se colapsan . Como el cuerpo no podría aguantar durante mucho tiempo esta situación, para contrarrestar se liberan una serie de sustancias ( endorfinas, serotonina, opiáceos ) que provocan una bajada del stress ( recibe un chute de tranquilizantes naturales ). Además cuando hay niveles altos de cortisol y de serotonina se produce el vómito involuntario, es falso que los niños se provoquen el vómito para llamar nuestra atención. Por lo tanto si tenemos en cuenta que para el niño la hora de dormir había llegado y probablemente haya pasado, que lleva llorando mucho rato y está agotado y además acaba de recibir un “chute” de opiáceos, es normal que caiga rendido y se duerma, pero no porque haya aprendido nada, simplemente está auto drogado. Esta es la base de los métodos conductistas, provocar un shock neuroemocional en el niño y precisamente por eso funcionan mejor cuanto más pequeño es el niño.

¿ Qué secuelas quedan a corto y largo plazo ?

El niño aprende que nadie le va a hacer caso, que sus necesidades no merecen ser atendidas y por eso dejan de llorar, pero no porque no necesiten a sus padres.
El hecho de colapsar repetidamente la amígdala puede provocar niveles anormales de serotonina y esto se relaciona con depresión, violencia, baja autoestima, ansiedad, síndrome de estrés postraumático..
Además los niveles altos y mantenidos de cortisol pueden ser tóxicos para el cerebro llegando incluso a provocar pérdida neuronal..
Por otra parte estos niños aprenden a dormirse con un chute de opiáceos y serotonina y seguirán necesitando esta dosis par dormir. Suelen ser niños que necesitan estresarse para provocar el subidon de adrenalina y el posterior subidon de serotonina y opiáceos. Asocian dormir con estrés mientras que un niño acunado, atendido, ,,asocia dormir con relax y a la larga sabrá dormir solo.

Qué podemos hacer para que duerman mejor

En la mayor parte de las culturas del mundo, el insomnio infantil no existe. Muchos antropólogos han estudiado qué tienen en común estas culturas con respecto al sueño y han encontrado tres puntos fundamentales:

Lactancia materna a demanda

Colecho

Actitudes responsivas ante el bebé

**Lactancia:

La LM ayuda a dormir al bebé de dos formas:
1- La leche materna tienen l-triptofano, un aminoácido que ayuda a conciliar el sueño ( es lo que le ponen a las leches estas que han sacado de noche ) Además en los primeros meses la sensación de sueño va acompañada de la sensación de hartura por lo que si creemos que el bebe duerme poco hay que comprobar que la lactancia está bien establecida.
2-El pecho tiene un efecto relajante sobre el bebé, por la misma succión, por el contacto piel con piel, el olor de mamá, su calor... . Además la succión del pecho cansa más. Al lactar se estimula la secreción de prolactina en la madre y esto la ayuda a conciliar el sueño también a ella

**Colecho:

En la mayor parte del mundo, incluso en el modernísimo Japón, los niños comparten cama con sus padres y en esas sociedades el insomnio infantil es prácticamente inexistente. Nosotros mismos, hace décadas, también dormíamos juntos.

Cómo practicar colecho seguro:

-El colchón debe ser lo suficientemente duro como para que el niño no quede atrapado. No se deben usar camas de agua, ni sofás, ni inventos en los que el bebé pueda quedar atrapado entre el colchón y la pared.
- las sábanas no deben tener lazon o cintas que puedan rodear al bebé, ni cojines mullidos -No taparle mucho, los padres ya le calientan con su cuerpo
-Los padres no deben ser fumadores ni se debe fumar en la habitación del niño
-Los padres no deben estar bajo los efectos de ninguna droga, medicación o alcohol
- Los padres no deben padecer obesidad mórbida
-No se debe poner al niño bocabajo, ni añadir ambientadores o repelentes en la habitación

Ventajas del colecho:

-Minimiza el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante, si se practica de forma segura ya que el bebé sincroniza su respiración con la de la madre, esto le sirve de recordatorio para que continúe respirando en caso de apnea. Además le ayuda a "aprender " a pasar de una fase del sueño a otra
-Favorece que la madre pueda seguir durmiendo mientras alimenta a su hijo de noche
-Favorece que el bebé y la mamá casi no se despierten al reclamar el niño el alimento
-Favorece la regulación de la temperatura corporal por la noche ( los bebés cuando nacen no regulan la temperatura corporal )

** Actitudes responsivas ante el bebé

Para un recién nacido lo principal es sobrevivir. Si se siente acompañado y sus necesidades satisfechas será un bebé más tranquilo. Esta tranquilidad ayuda conciliar el sueño. Las situaciones de stress pueden alterar los periodos de sueño y los despertares, sin embargo si sus necesidades de apego están satisfechas el cerebro queda libre de alertas que se disparan y puede concentrarse en organizarse en nuevos aprendizajes y en regularse y adquirir un ritmo de sueño.

Bibliografía:

Dormir sin Lágrimas ( Rosa Jové- Editorial La Esfera de los Libros )
Felices Sueños ( Elisabeth Pantley - Editorial Mc Graw Hill )
Bésame Mucho ( Carlos González . Editorial Temas de Hoy )


Webs recomendadas:
http://www.dormirsinllorar.com/
http://www.criarconelcorazon.org/
http://www.criaryamar.com/
http://www.metodoestivill.com.ar/
http://www.crianzanatural.com/
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